Sinpsis: Primero Travolta es bueno y luego malo. Primero Cage es malo y luego bueno. Muchos tiros. Fin. Y fin de la sinopsis.

La ciencia mola y tanto policías como terroristas pueden beneficiarse de ello. Si alguien mañana quiere cambiarse su cara por la de… mmm… Eugenio, por ejemplo, solo tienes que soltar talonario y arreglado. Excepto si te quieres infiltrar entre el enemigo, que entonces te lo subvenciona la Paramount. ¿Para que parecerse a otro, disfrazarse como el y estudiarlo, si te pueden transplantar una cara? Mucho más rápido y cómodo.

¿Irreal? ¿Fantasioso? Quizá. No importa. Así me gusta a mí.

La verdad es que no querría que parezca que me disgusta Cara a cara, más que nada porque me encanta. Cada vez que tengo la ocasión de verla la disfruto y me reafirmo en mi propio gusto. Es un gran film de acción, que quizá se pierde un poco en aquello de lo bueno y lo malo, pero que no pierde intensidad desde el mismísimo primer disparo.

Total, que uno encorre al otro de la forma más sucia que pueden los dos: aprovechándose del rostro del otro. Dos horas de manía persecutoria. Repleta de tiroteos de los buenos, de esos en los que disparan cerca de cincuenta tiros por cargador y no son capaces de acertar a nada relevante. Hasta el duelo final, claro, donde todo se resuelve exactamente como piensas. Mola.

John Woo, que sabe como hacer tanto este tipo de películas maravillosas, como ponzoñas insufribles, aquí se luce con un gran Travolta y una historia inverosimil pero bastante bien hilada. Al menos para lo que son estas cosas. Y se agradece. Y se disfruta.