No es una de las películas consideradas surrealistas de Buñuel pero los aspectos sicológicos de la cinta llegan a tales puntos hipnóticos que incluso llegan agobiar al espectador, y esto sí que podría acercar a la película al surrealismo propiamente dicho. Desde un principio que no se sale de los márgenes del cine clásico la película llega al vanguardismo de una manera paulatina y absorbente. La música cautiva tus nervios apunto de alzarse. Arturo de Córdova, el papel principal se adapta al personaje y a su locura perfectamente. La película trata temas que hasta la actualidad no creí que fueran tratados, a si que deduzco que fue toda una ruptura en la época. Hay algunos puntos de tensión que nos pueden recordar al cine de Hitchcock sobre todo gracias a la música. Algunos puntos de máxima angustia son claramente ideas del famoso director e impresionantemente llegan a poner de los nervios al espectador empatizando con él sin la ayuda de los actores. Esto es un gran punto a favor del director y de su película.