La trama parte de una estupidez infumable: unos caníbales trogloditas van a un pueblo y raptan a dos hombres y a una mujer, como el que va al Mercadona a por carne. Vale, pero el pueblo está a varios días de sus cuevas y, que se sepa, esos indios no tienen caballos, nadie los oye ni los ve, etc. Detalles sin importancia.

La partida de rescate, solo cuatro personas, entre las que hay un tullido y un viejo. Cuatro contra una tribu de salvajes; es de idiotas.

En el camino hacia el poblado troglodita (que ignoran donde está) hacen noche y son atacados por mejicanos mientras dormían. Solución, cambian de lugar y siguen durmiendo sin problema, sin guardia y sin centinelas. Salen vivos del segundo asalto, pero se quedan sin caballos por idiotas.

Aun sin caballos y en lugar de volver en busca de refuerzos, continúan andando en dirección al poblado; el cojo y sus muletas también.

En esa travesía del desierto hay unos "instantes dramáticos" en los que intentan cortarle al cojo la pierna cangrenada: la pierna o la vida. Pero finalmente lo operan y salva ambas, la vida y la pierna que mejora una barbaridad en unas pocas horas; milagroso.

Claro que el milagro era necesario, ya que es el cojo el que salva a su mujer después de trepar a una cueva que está en una pared de diez o quince metros. Como consigue esa hazaña no lo enseñan, solo vemos que ha entrado después de haber liquidado a media tribu.

Los caníbales se comen a los dos hombres, cuando la mujer está buenísima. Pero claro, son indios, es decir, son aun más idiotas que los cowboys. Basta verlos cuando descubren al cojo durmiendo cerca de su poblado. Uno de ellos es especialmente idiota. El cojo le disparan varios tiros y no le acierta ninguno. Entonces, el indio va a hacia él y le ofrece el pecho desnudo para que tenga mejor blanco. Y, claro, acierta el cojo y él indio muere por idiota.

Es así, idiotez tras idiotez que la crítica entendida tilda de maravilloso y fino humor. Hay más ejemplos, pero valga la muestra.