Recuerdo que vi esta película en Buenos Aires coincidiendo con su estreno. Y ayer la volví a ver en TV. Mi impresión no ha cambiado mucho. Se trata de una película que relata la historia del capitán Nathan Algren, del ejército de EE.UU. que vive atormentado por los recuerdos de la Guerra Civil (1861-1865) y sobre todo por las campañas contra los indios en las que participó activamente pero sin mucha convicción. Por razones de dinero y por su experiencia militar viaja a Japón donde conoce, harto de un mundo donde la pragmática lo inunda todo, a Katsumoto, el último líder de un antiguo linaje de guerreros, los samuráis. Con él y en su poblado aprenderá a ser él también un auténtico samurái.

Es una película enérgica, preciosista, con una rica construcción histórica y bellamente diseñada. Las interpretaciones son buenas, convincentes, destacando el papel principal de Tom Cruise, que hace en este film una de sus mejores actuaciones. Es además digna de verse por sus grandiosas batallas, batallas brutales pero majestuosas, en clave épica y con toda suerte de efectos especiales y recursos técnicos. Empero, no deja de ser un ejemplo de cine convencional, bien calculado, planificado según los cánones tradicionales, en ocasiones brillante y sobre todo con un excelente guión donde se evoca a manos llenas las claves del honor y el sacrificio.

Resumiendo: buena pero tópica dirección de Edward Zwick, buen guión del propio Zwick más John Logan y Marshall Herskovitz, muy buena fotografía de John Toll y una música ad hoc de Hans Zimmer. Las interpretaciones como ya he mencionado, meritorias. Recomendable.