El que parecía un director tradicional y al uso, me deja boquiabierto. Qué historia tan fantástica, mágica, intrigante, trepidante y sin embargo... ¿¿qué coño acabo de ver?? La confusión es el principal arma de un producto sumamente cuidado, con una estética y un estilo visual que creará escuela (como ya hizo Darren Arofnosky). Algunos dirán: ná, esta usando el típico modo videoclipero, del mundo de la publicidad y todo ese rollo. Qué fácil es decir algo así y qué difícil hacerlo de la forma justa y el momento exacto. Imposible dejar al espectador indiferente con un producto así, donde tanto las actuaciones (ewan mc gregor estresante, Ryan Gosling tremendamente misterioso y Naomi Watts...preciosa y creíble como siempre), como los efectos de sonido y, por supuesto, visuales te dejan insertado en la butaca durante los escasos 90 minutos de duración. De haber tenido un guión coherente hubiera sido una verdadera obra maestra. Aun así, deliciosa y bendita confusión.