Si en esta película Gandal se tirase un peo, dicho cuesco duraría 30 segundos, si seguimos la proporción de duración de escenas que rige la película. Mandan a un grupo de veinte orcos a cazar a los enanos, y bien, el bueno de Legolas da buena cuenta de ellos acompañado de una elfa que pelea como un ninja. Yo díría que se tiran 15 minutos seguidos matando orcos uno detrás de otro...matan así como a 130, y aún quedan más para luego. Y digo yo...es que los orcos se reproducen por el camino? Porque parece que cada vez que caga un orco, salen dos. Estos en una semana te ocupan Australia. La verdad, uno acaba cansado de ver a Legolas masacrando orcos. Gandalf hace el papelillo de siempre, o sea, deja colgado al grupo para irse a investigar, y acaba encerrado. Más que un mago, aquí parece que lo hayan sacado de un contenedor; de ahí supongo, su apodo, "el Gris". Y qué decir del dragón? Habla más que Jose Luis Moreno en una gala. Se podría haber merendado a los orcos en 20 segundos, asados a la parrilla además, pero prefiere recitarles el cantar de los cantares y jugar al pilla pilla para darles tiempo a que se escondan y urdan planes. Y cada vez que se queda frente a uno y se lo puede papear, le suelta una parrafada, parece como si el Dragón se llamase Fernando Sanchez. En fin, os va a gustar porque es buena, pero la versión del director va a ser la repanocha. Como no pongan a los enanos parando a comer.....