Lo encuentro manipulador porque a mi modo de ver se pretende hacer culpable a la mujer alemana de todos los males de la vida de la chica griega. Los capítulos en los que se divide la obra, 'El viaje de Elena' y 'El viaje de Tessa' así lo delatan de antemano. El viaje que realiza Elena muestra las dificultades de una persona sin recursos a la hora de buscarse la vida en un país extranjero y mostrándonos el de Tessa se apela nuevamente al victimismo a favor de Elena, pues da la impresión de que más que con la propia Tessa, que busca deesperadamente a su hija, con quiere la película que nos solidaricemos es nuevamente con Elena, dando a entender que aquel nefasto entorno del que ha emigrado y con el que la alemana acaba de tropezar por primera vez es el día a día de Elena. Y pensar que encima la regañaba por no hacer bien su trabajo, qué cruel, ¿verdad?

Si al final va a resultar de que la negligente Elena no tiene la culpa de nada, (ni de perder a la niña que cuida además de esa manera, ni de fugarse de forma tan cobarde y ruin, tratando de eludir toda responsabilidad) pues pobrecilla, ¡qué mal lo pasa al final! y encima Tessa (sobre todo ya que acaba bien, con su bebé en brazos) tendrá que ver en la mala situación que atraviesa y así es como hay que hacérselo ver al público (el empujón por las escaleras en el momento adecuado ayuda mucho para trasladar dicho mensaje, de lo contrario no hubiera resultado tan fácil).