Click here to copy URL
Spain Spain · Málaga
Kaori rating:
10
Horror. Romance. Fantasy In 1462, Elisabeta, the wife of Vlad Dracula, the ruler of Transylvania, throws herself to her death, wrongly believing that her husband has been killed while defending against the Turks. But when the church he has been defending condemns her soul to Hell for taking her own life, Dracula damns them and accepts the powers of darkness to become a vampire. In the 1890s, clerk Jonathan Harker travels to Transylvania to enact the sale of ... [+]
Language of the review:
  • es
September 1, 2011
11 of 17 users found this review helpful
Me resulta casi imposible explicar con palabras la opinión que tengo de esta película. El lenguaje parece limitado, como si no hubiera suficientes adjetivos para describir semejante maravilla del séptimo arte. O de todas las artes posibles, porque este «Drácula de Bram Stoker» (llamado así con toda justicia) no es sólo una joya cinematográfica; es, sencillamente, una obra de arte y, como es lógico, una obra maestra sin peros ni paliativos.

Desde el primer minuto hasta el último, Coppola nos deleita con una estética para que la que no hay palabras, imposible de definir en un solo estilo o concepto. Más allá de lo gótico o lo fantástico, la película es un portento creativo a todos los niveles. Que colorido, que virguerías artísticas, que música (incluidos los títulos que crédito), que paisajes y decorados; que vestuarios (¿se puede mejora el de Lucy durante toda le película...?), que sexualidad tan bruta, y que sensualidad tan onírica... Viva el exceso y el derroche cuando es este el resultado: un auténtico prodigio visual y emocional que rezuma belleza en cada plano y en cada fotografía, con una potencia iconográfica absolutamente perfecta. Más que perfecta: es inolvidable, es indescriptible.

Ya sólo por Gary Oldman merecería el diez. Por Oldman y su Conde Drácula. El mejor y más sublime de los vampiros posibles; puede que también el más sanguinario y el más malvado, a la vez que poético, romántico (Romántico) y grandioso. Hay que verle, hay que oírle, hay que sentirle. Sólo Gary Oldman podía estremecer con una única palabra: «Elisabeta...» Y de ahí en adelante, una interpretación que es una clase magistral, pura emoción, puro sentimiento, puro terror y pura fuerza, tanto por su imagen como por su fondo. Irrepetible. Inimitable. La escena entre él y Winona Ryder sobre la cama (repito: sobre la cama) es de lo más bello que se ha rodado nunca.

Si es que viéndola se llega al éxtasis, a la hipnosis, al trance y a las lágrimas... Insuperable. Un lujo para los sentidos, para la mente y para el alma. Excelente. No tengo palabras, de verdad. Lo único que puedo añadir es que, pase lo que pase, no os la perdáis. No es que sea recomendable, es que es imprescindible.
Kaori
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow