Cuenta, de manera más o menos informativa, el conflicto entre musulmanes y budistas en Birmania. Pero sobre todo habla de un líder del mal, de uno de tantos racistas que han asolado este mundo. Wirathu, un monje budista bastante hortera, con esa pinta de mal actor que comparten muchos dictadores.
Un proceso típico de odio por miedo al diferente, y de miedo a causa del desconocimiento. Como escribe Perez-Reverte, súmale un malvado a mil tontos y obtendrás mil y un malvados.
Con educación e información es como se pueden combatir estos movimientos de masas tan dañinos. Pero me resulta tan difícil de imaginar que un día, en un mundo tan grande, no haya algún malvado y mil tontos dispuestos a todo.