Aunque en realidad, ya sea por mi sentido masoquista o a saber qué, terminé tragándome hora y pico de esta soberana hez. Y eso que agarré con ganas la cinta, pues tras el triunfo del último metraje de Rodrigo García "Nueve vidas", esperaba poder observar un debut, cuanto menos, interesante. Sin embargo, esta mierda de desproporcionales dimensiones, lo mejor que ofrece es el tipazo de un intento de actriz como Cameron Diaz, a la que ni llegué a ver, puesto que mi cerebro reclamaba un "break" después del irritante inicio de la cinta, aunque luego ni la retomé, se había ido directamente a mi querida papelera de reciclaje, cosas de la vida..

Pero es que, desde un buen inicio empieza mal la cosa, mediante una historia de cartón piedra, donde Glenn Close se muestra contenida y en la cual lo más destacable son ese intento de secuencias entre lo cotidiano y lo cómico a las cuales ni siquiera hallo sentido. Luego ya aparece Flockhart, totalmente descolocada en un papel forzadísimo y deleznable, que pinta absolutamente nada.
Tras un inicio endeble, parece que en segunda instancia mejorará la cosa, pero de un relato al que se podría haber sacado mucho partido, García lo único que saca es mi lado más viril por lo imponente que está Kathy Baker, muy natural en su papel, además. Por otro lado, este tipo continua mostrando falencias del peor de los directores: Pretendido intimismo adornado con una fotografía postalera y unos planos totalmente artificiales, composiciones delicadas y suaves acompañando la ristra de elementos que le siguen, personajes carcajeantes, cuanto menos, y situaciones fingidamente casuales que no se creería ni el peor de los Almodóvares.
A continuación, pocas ganas me quedaban de seguir con el despropósito, pero mi tozudez y adversidad a pensar que estaba ante algo tan pésimo, me hizo intentar videar otro de los capítulos de esta nefasta basura. En él, los diálogos y situaciones incrongruentes e increibles tocaban su cima en una historia donde solo faltaría que el enano empezase a sodomizar animales en su patio trasero, para romper más el hielo, y tal..
Con pocas ganas afronté el cuarto episodio, un intento burdo de dramón pasional (contrastado con el segundo) que solo me hacía bostezar y preguntarme porqué la lesbiana no podía ser Diaz en lugar de Flockhart, por ejemplo (así se hubiese animado más el cotarro, hombre..)
En última instancia, opté por tomar la vía más rápida: Click botón secundario -> Eliminar -> Si, y listos, oye..

Pues nada, que este tío puede ser hijo del papa, pero sabe de cine lo que yo de política, cero.. ah si, y de escribir guiones aun menos, si hasta los de las películas de Robert Rodriguez son más divertidos..

PD: Si la abuela llega a ser apicultora y la sin techo se marca unos malabares, quizá le hubiese metido un 3.