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Spain Spain · Honor al Sabadell!
Grandine rating:
3
Romance. Comedy When Arctic marine life veterinarian Henry Roth (Adam Sandler) isn’t tending to the sea animals at Sea Life Park in Hawaii, he’s breaking the hearts of mainland tourists in search of a vacation romance. A long-term relationship for Henry is out of the question. It would scuttle his 10-year dream of sailing to Alaska to study the underwater life of walruses. Henry is close to making his dream come true when his schooner, the Sea Serpent, ... [+]
Language of the review:
  • es
August 11, 2008
29 of 55 users found this review helpful
Ella tomó drogas al lado de E.T., él parece ir drogado cuando está ante una cámara.
Ella ingresó en un centro de desintoxicación, él debería ingresar en una escuela de actores.
Ella salió totalmente desintoxicada, él nos intoxica con sus grandes interpretaciones.

Y aquí están, los dos, en un rancio y pseudoencubierto remake de "Atrapado en el tiempo" que, en un principio, quiere ser una de esas comedias donde debes reírte en base a personajes lelos, estúpidos y requeteestúpidos que rodean a la pareja de turno, y en un final pretende colarnos por la tangente una historia de amor romántica que se desbrava igual que el cava, pero mucho antes.

¿Y por qué no funciona nada? Se preguntarán ustedes, pues, como ya he dicho, porque en un principio se nos quiere hacer reír con patochadas de lo más infantiles que no cabrían ni en el argumento de una Disney (la compañera o compañero -todavía no me ha quedado claro- de Sandler, el bigardo enorme del bar, el tonto del culo hermano de Drew, etc, etc..), y porque luego, se nos desea sorprender con una historia de amor donde no hay amor. ¿Que por qué no hay amor? Por Dios... es evidente, ¿y las miradas? ¿y los gestos? ¿y las caricias? Y un comino es esto amor... que quizá no sabré mucho sobre relaciones parejiles, pero sé que es el amor, coño, y a mi no me la cuelan con este estúpido refrito donde lo más bonito que vemos es una morsa vomitar.

Dejando la verosimilitud -que no intenta tener, todo sea dicho- a un lado, lo único que nos topamos es un desaguisado mayúsculo donde, si el reparto hubiese sido mejor y los mecanismos humorísticos no tan prehistóricos, aun se le podría haber sacado partido, pero esperar eso de un Peter Segal cualquiera, es como pedirle peras al olmo. Que este no es Harold Ramis, coño.
Grandine
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