Esta película es una de las más deprimentes que he visto. Cuando la ví en la noche sentada en mi cojín tomando mi taza de sake, esperaba ver una película que honrase nuestra cultura e historia, concretamente el fin de la era Meiji, pero encontré un maléfico ataque y un atentado, pero sobre todo un ataque. Me corté un poco en el cuello tras verla, pero Mario no me dejó ir a más. Las lagrimas me caen por la cara ahora por recordar. ¿Cómo se atreven a ofender así mi país y cultura? ¿Lo hicieron para causarme desgracia? Un sabor amargo me recorre la garganta.

Sepan que un vaquero blanco no fue el último samurái, menos aún un borracho sin honor. Sepan que hay diferencia entre coreanos y japoneses, ¿son ustedes ciegos los occidentales? Los actores son en su mayoría, coreanos en esta película y nos lo plantan delante de los ojos pretendiendo que no nos demos cuenta. Sepan que en oriente somos todos muy distintos, no como en Spain y en USA que son todos iguales y sólo cambia el color de pelo y ojos.

En resúmen, esta mala y dañina película ha causado mucha conmoción en mi país. Sepan, por último Bon Odori, mis ancestros me comunicaron mientras me hallaba en trance (no se burlen ustedes que gustan de imitar nuestra meditación para causar risas) que les provocaba enojo que hubiese visto entera esta película, y tuve que pedir perdón y quemar mis pies con carbón ardiente. Una maldad esta película, dejen nuestra cultura, abandonen esta sucia guerra audiovisual o saquen sus ideas de su propia historia, cesen su ofensa ya, americanos.

La película es además larga para que la tortura sea más larga, prolongada y dure más. Tom Cruise es feo feo feo, y mal actor además. No tiene modales y devora a sus hijos como si fuera un ratón. Lloro al pensar en eso y me dan ganas de axfixiarme con una bolsa de plástico en mi cabeza.