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Russia Russia · Stalingrado
Ferdydurke rating:
8
Drama. Romance It focuses on three twentysomething Parisians in a bizarre love triangle: Alexandre (Jean-Pierre Léaud) is a seemingly unemployed narcissist involved with both a live-in girlfriend (Bernadette Lafont) and a Polish nurse (Françoise Lebrun) whom he picked up at a café and with whom he begins a desultory affair. The film explores the confused and ambivalent interrelations of these three lost souls.
Language of the review:
  • es
December 16, 2014
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París y un trío. Léaud (Alexandre) entre dos mujeres. Una exploración abismal al fondo del deseo y el vacío. Diálogos y más diálogos. En la cama y en los cafés. Antes y después del sexo. Con algún monólogo muy brillante (casi todos del chico) y silencios bellos y dolorosos. Franqueza, pedantería (discursiva) y tono sombrío.
Es el retrato de un hombre al margen, un diletante, un bohemio, un vago y un mantenido. Ha renunciado a todo y solo se dedica al amor. Ellas son las dos caras de la misma moneda, del mismo espejo en el que él contempla su fracaso y desolación. Ellas le sostienen y le zarandean. Él las entiende y las daña. La primera (Marie) es el refugio paciente, la costumbre que arropa y consuela, la segunda (Verónica) es la inercia curiosa, el entusiasmo forzado y necesario. Marie tiene tienda y casa, Verónica es una enfermera, inmigrante polaca que vive interna, sola, que encuentra en el sexo la forma de comunicarse. Las dos padecen la trampa (su callejón sin salida vital) de Alexandre; ser superfluo y desolado, sensible e inútil. Jóvenes y ya muy viejos. Él se deja llevar (a ninguna parte), pone empeño ante la falta de casualidades. Una displicencia ausente, fatalista. Su sinceridad radical es la prueba de su claudicación.
Una mirada triste sobre la vida; el mecanicismo frío y sórdido de "los hombres de la calle", los normales, frente al sinsentido cínico y desgarrado de los que están al otro lado.
Película agónica, moribunda y exangüe. Muy bella en su minucioso goteo fúnebre, en su decadencia amanerada y austera, cansada. Todo "huele" a auténtico y real; a invención dolida; a una rebelión apagada ante el triste espectáculo de vivir. Es la antesala de la tragedia. Cuando ya no queda nada y solo tenemos "relaciones de mierda". Cuando trabajar parece algo incomprensible y el aburrimiento consciente es el único criterio. Cuando el dinero no importa, el sexo tampoco, ni la amistad, ni la familia, nada importa. Es el final del camino. Del que se intenta engañar por última vez (esas absurdas proposiciones de matrimonio), antes del fin.
El alcohol y el tabaco omnipresentes. La música constante. Y ciertos homenajes al cine. La cámara suavemente delicada y precisa, de amateur apasionado. El blanco y negro majestuoso y cruel.
La demostración de que con nada se puede crear un universo muy reconocible y cercano, y muy extraño y personal a la vez. Suena a muchas películas y directores que aparecieron después y es, al mismo tiempo, la culminación de la "nouvelle vague" y el existencialismo en el cine (se ríen de Sartre). Falta humor (no ha lugar). Enfermizamente exacta. Muy luminosa y muy oscura. Tantos años después se mantiene en pie, épicamente; como una obra visionaria y salvajemente sincera.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Ferdydurke
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