Average rating
4.3
Ratings
2,802
Reviews
2,802
Lists
0
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
Ferdydurke rating:
5
6.0
624
Documentary
Based on the concept of the film Life in a Day, directed by Kevin Macdonald and produced by Ridley Scott, Spain in a Day brings life to the story of Spanish people (in Spain and abroad) with the aim of creating a film made by them, while also reflecting the fears and dreams of today’s Spain for the Spanish people of tomorrow, at a time of enormous social and cultural changes. The most innovative social film created and shot by Spanish ... [+]
Language of the review:
- es
January 16, 2017
9 of 12 users found this review helpful
Mosaico vivaz y escurridizo que toca muchos palos y no se queda con ninguno.
Vibrante, radiante, estimulante experimento. Vertiginoso y amistoso. Voraz y fugaz.
Corre el riesgo de ser nada, superficie pintona y molona, bobería disfrazada de retrato, banalidad con aires vanos de trascendencia sin motivo. Y algo hay. Se dispersa y esparce en demasiados trozos, se renuncia a la profundidad y el desarrollo, se elige la epidermis y la sensación, la veracidad difusa. Y tiene un tono, un manto la cubre de buenismo impecable e insoslayable, ese adagio que dice que la vida es buena en sí, per se, un don, un regalo, una celebración, un bien, un tributo, un milagro, una ofrenda del buen Dios o una brillante ocurrencia del alboroto cósmico. Y esa es una manera de verlo, tan buena como otra cualquiera. Pero puestos a sospechar, no nos fiamos de nadie, esa mirada se acerca en exceso a lo acrítico, a lo impostado, a la voluntad y la fuerza de la alegría y la bondad como imposición y norma, casi como obligación, le necesidad incuestionable de decir sí a todo, la afirmación de toda la creación y, relacionado, el escamoteo más o menos claro de todo lo oscuro, turbio, indeciso, injusto, tramposo y/o perverso de nuestra condición, aspectos que deben ser redimidos y ocultados rápidamente, metidos debajo de la alfombra y sacrificados por una esperanza limpia y abrumadora.
¿Voluntarismo ciego? ¿La felicidad a toda costa? ¿Seguidismo? ¿Imperativo categórico kantiano; hay que hacer el bien y evitar el mal, que nuestra conducta se convierta en ley (si así fuera, otro gallo nos cantaría)? ¿Demagogia complaciente: la gente es buena, son los otros (quienes sean, el sistema tal vez) los malos?
No sé, me gusta, me parece bien, casi como un buen refresco bien azucarado y gaseoso, como las endorfinas que se liberan tras una carrera, la nocilla, el aire frío, la ducha buena y esas cosas.
Aplauso con reservas (de los que se quejan de todo, misántropos seguramente).
Vibrante, radiante, estimulante experimento. Vertiginoso y amistoso. Voraz y fugaz.
Corre el riesgo de ser nada, superficie pintona y molona, bobería disfrazada de retrato, banalidad con aires vanos de trascendencia sin motivo. Y algo hay. Se dispersa y esparce en demasiados trozos, se renuncia a la profundidad y el desarrollo, se elige la epidermis y la sensación, la veracidad difusa. Y tiene un tono, un manto la cubre de buenismo impecable e insoslayable, ese adagio que dice que la vida es buena en sí, per se, un don, un regalo, una celebración, un bien, un tributo, un milagro, una ofrenda del buen Dios o una brillante ocurrencia del alboroto cósmico. Y esa es una manera de verlo, tan buena como otra cualquiera. Pero puestos a sospechar, no nos fiamos de nadie, esa mirada se acerca en exceso a lo acrítico, a lo impostado, a la voluntad y la fuerza de la alegría y la bondad como imposición y norma, casi como obligación, le necesidad incuestionable de decir sí a todo, la afirmación de toda la creación y, relacionado, el escamoteo más o menos claro de todo lo oscuro, turbio, indeciso, injusto, tramposo y/o perverso de nuestra condición, aspectos que deben ser redimidos y ocultados rápidamente, metidos debajo de la alfombra y sacrificados por una esperanza limpia y abrumadora.
¿Voluntarismo ciego? ¿La felicidad a toda costa? ¿Seguidismo? ¿Imperativo categórico kantiano; hay que hacer el bien y evitar el mal, que nuestra conducta se convierta en ley (si así fuera, otro gallo nos cantaría)? ¿Demagogia complaciente: la gente es buena, son los otros (quienes sean, el sistema tal vez) los malos?
No sé, me gusta, me parece bien, casi como un buen refresco bien azucarado y gaseoso, como las endorfinas que se liberan tras una carrera, la nocilla, el aire frío, la ducha buena y esas cosas.
Aplauso con reservas (de los que se quejan de todo, misántropos seguramente).
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
Tiene muy buenos momentos (el humor, el sol, la vejez... ). Y también bastante relleno (oportunismo, morralla, vacuidad vanidosa... ). Me gusta más cuando se explica con tiempo (pocas veces) y menos cuando se suman momentos al mogollón, indiscriminadamente.