Permitanme que copie literalmente la magnifica síntesis publicada por Julio Rguez. Chico con la que me siento totalmente de acuerdo y que no podía expresar mejor mi sentimiento al terminar de visionar esta propuesta de la novela de Kathryn Stockett: "...es una película con buenas actrices que se ve con gusto, pero a la que le falta fuerza e intensidad. Al final la cinta se abandona a lo placentero y a concesiones melodramáticas, un tanto sensibleras". Pues eso. El exceso de metraje resulta empalagoso en una producción tan lustrosa como la fotografía. Todo reluce impecable y las casas de las criadas ya las quisiéramos algunos. El reparto coral femenino aparte de rayar a un excelente nivel posee el morbo de "enfrentar" a actrices que compiten por hacerse un hueco en la industria y a pesar de que Enma Stone esta imparable, en esta ocasión Bryce Dallas Howar (espero que llegue donde se merece) y Jessica Chastain se llevan la palma con grandes composiciones de personajes. Las veteranas no le van a la zaga y la gran Sissy Spacek no acaba de cuajar su rol de artista invitada. Tambien se habla de segregación y de relaciones humanas pero Tate Taylor, también guionista, no ha sabido devolverle el favor a su amiga Stockett y hacer la película que el tema se merece.