Zviagintsev es el Haneke ruso.
Film duro que retrata la perniciosa, alienante y decadente sociedad burguesa rusa de Putin.
Sin hacer hincapié en la corrupción y represión dictatorial de Putin, se muestra una Rusia actual autodestructiva, que vive absorta y manipulada en sus pantallas de móviles y/o televisiones por el Kremlin, sumida en la mentira, en su propia superficialidad banal y carente de valores pero, lo más importante es que vive sin amor (solo con sexo), sin sentimientos de compasión hacia el prójimo y sin un mínimo de empatía. El hijo desaparecido simboliza toda esa fatalidad rusa y su pérdida de rumbo completa como sociedad y Estado.
Film profético que anuncia la Rusia de hoy y el fatalismo al que puede arrastrar a la humanidad de manos de la autocracia oligarca del monstruoso Putin.
Después de la invasión a Ucrania, vemos que la profecía se ha cumplido.