La obra maestra que nos ha dejado Tavernier.
Un cineasta, que aunque no sea de mi agrado, reconozco que, en este docudrama, es capaz de mostrar la crudeza y debilidades del sistema educativo francés en una escuela marginal de un suburbio: la falta de inversión, el abandono de los servicios sociales, la negligencia de los padres, el maltrato y el abandono de los niños/as, la pobreza extrema y sus consecuencias, el vandalismo juvenil, la intromisión política y de la Inspección educativa, etc.
Todo ello, a través de la heróica y vocacional entrega de un maestro de infantil y director de la escuela, que no cesa en su empeño de querer mejorar la situación de sus alumnos/as y, por ende, de sus familias.
Cargada de lirismo y reflexiones poéticas de Rimbaud (el pesimista y decadente poeta romántico francés): "piedra a piedra, generación tras generación, nuestro deber es enseñar y conducir en la vida a los hijos". Daniel, el maestro se muestra firme en sus convicciones y en su lucha frente al muro insalvable de la política, la burocracia y la ineptitud del sistema (defensa de la escuela pública como compensadora de las desigualdades sociales).