Las probabilidades de repetir la jugada eran estratosféricas: hacer dos thriller criminales redondos con un esbozo costumbrista de la Corea rural, personajes estrafalarios y policias ineptos era prácticamente imposible. Mother no puede competir con Memories of murder, y probablemente ni siquiera lo pretende; el tono es mucho más ligero, y aunque sea esencialmente un drama no llega a encogernos el corazón como su predecesora. Tiene a su favor una protagonista perfecta en su papel de madre coraje (el zangolotino del hijo está menos logrado), y la trama principal es interesante, pero Bong Joon-ho debió recortar metraje. Las dos horazas de Mother se estiran innecesariamente y con menos hubiera ganado en ritmo e interés, pues se llega al Grand finale con una cierta sensación de agotamiento y hasta desinterés. En definitiva, una nueva muestra de como el cine coreano es capaz de hacer reinterpretaciones muy interesantes de los géneros clásicos, pero posiblemente no encabezaría ninguna lista.