Adaptando nuevamente el relato de ciencia ficción de Philip K. Dick y secuela de la película de Steven Spielberg protagonizada por Tom Cruise, ‘Minority Report‘ llega a la pequeña pantalla de la mano de la FOX.

Teniendo en un pedestal la película de Steven Spielberg, había marcado a rojo en el calendario el estreno en televisión de ‘Minority Report’ y puede que me haya llevado uno de los mayores chascos de mi vida con una serie de televisión. Os lo digo en serio: No he conseguido acabar la temporada y tampoco he sido capaz de ver un capítulo entero.

La serie no arranca mal, nos sitúa la acción diez años después de los acontecimientos de la película y de como la unidad de Precrimen ha sido cancelada y los precogs intentan vivir su vida normal. A partir de ahí se prevé el desarrollo: El Precog predice el asesinato y, tras varios intentos, se evita con la ayuda de cacharros futuristas. Flojo.

Pero también hacía tiempo que no veía una serie tan mal actuada: Stark Sands, Meagan Good, Laura Regan… nombres no conocidos para el gran público que están mal dirigidos o actuados. Buf, creo que no sería capaz de salvar a nadie de la quema.

Errores de casting a parte, el gran punto fuerte de ‘Minority Report’ debería de ser el aspecto técnico, pero ni siquiera ahí es capaz de convencerme. La película de Spielberg fue revolucionaria en ese momento y sin embargo la serie se queda muy atrás. Hasta los efectos especiales parecen desfasados.

Es lógico pues que los responsables la hayan cancelado tan solo tres semanas después de su estreno. La serie ha conseguido, a mérito propio, uno de los primeros fracasos en lo que llevamos de curso en la televisión norteamericana, reduciendo la temporada de trece episodios a diez. Quieren verla finiquitada cuanto antes, y yo se lo agradezco. Que no estropeen el recuerdo de más clásicos de esta forma.

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