Modélica adaptación del libro de Emili Teixidor, este excelente y arriesgado drama no es una película más sobre la posguerra española sino que se diferencia por su calidad de las otras. Trata el camino del despertar de conciencia moral en un niño frente a un crudo mundo de adultos alimentado por las mentiras. Lo mejor del film es su justeza narrativa y de tono, con una atmósfera muy acertada, además de contar con un plantel de actores de primer nivel: desde la sufrida madre Nora Navas (merecido su premio en San Sebastián), pasando por Roger Casamajor, Sergi López, Laia Marull, Eduard Fernández y la pareja de niños. También la puesta en escena y el aspecto visual es muy destacable, con escenas que quitan el hipo como la inicial del caballo. En suma, esta sería la mejor película del recuperado A. Villaronga, de la semana y una de las mejores del año de nuestro cine. Espero que por ello obtenga reconocimiento en próximos premios Gaudí y Goya, donde me da la sensación que puede tener recompensa la labor de adaptación del guión.