La historia se conduce a través de una pregunta que se lleva haciendo el hombre desde tiempos inmemoriales: ¿conocer supuestamente tu destino te influirá en tus actitudes y acciones, lo que facilitará que se cumpla, o realmente ya estaba todo así escrito y no podemos escapar a un futuro predicho? Kurosawa juega con la pregunta, pero sin llegar a contestarla, sino que utiliza la historia para que tú te lo sigas preguntando. Unas veces sus acciones irán encaminadas a secundar lo que se les ha dicho que pasaría, pero otras son vaticinios prácticamente literales sin que una acción o actitud previa por el conocimiento de dicho vaticinio haga que se produzca el hecho.

Pero aparte de todo esto, desde luego interesantísimo por conseguir que el espectador se involucre en la historia con facilidad y agradecido, nos muestra aspectos (sobre todo negativos) diversos del ser humano: la manipulación, la jerarquía, el poder, la competitividad... Pero en personajes nobles y de buen corazón, no se sabe si intoxicados por creer conocer el futuro, o porque al final esos aspectos negativos del ser humano acaban invadiendo a la mayoría de las personas en mayor o menor medida.

Quizá bastante negativismo, pero que buscará la reflexión en el espectador. Admirable film.