Elemental, querido Watson.
Eso es lo que sucede cuando la dirección no enfoca o decide cuál es la ruta a seguir.

A pesar del esfuerzo de Mckellen, su gran interpretación de un Holmes envejecido y perdiendo facultades es realmente estupenda; pero ni siquiera esto logra la redención del filme.
El problema de la película radica en la dirección y la puesta en escena de la historia. Los 'flashbacks" que se suponen ayuden a resolver varios conflictos, tienen el efecto contrario.
La confusión de la historia manejando el suspenso con el clásico dramatismo de relación viejo-niño, es fatal para la historia.
Para completar estos desaciertos, el final es uno digno de rehacer o de olvidar.

De todas formas, ver a Mr. Ian Mckellen darle vida a Mr. Holmes hace que valga la pena ver la película.
Seis de diez.