Esta es la primera película de Hanníbal Lecter que veo; sí, me atrevo a confesar que no he visto ninguna otra de la saga. Lo único que sé es que, después de conocer cómo empezó todo, tengo muchas ganas de ver "El silencio de los corderos". Me da la sensación de que un personaje que, según tengo entendido, llega a ser muy complejo, no puede partir de unos inicios tan simples. A pesar de que salí con la sensación de que la película no transmite para nada la complejidad del entramado que sin duda se va formando en la mente del psicópata, eso no me decepcionó. Parto de la base de que, quizá, lo que se pretende es demostrar que el mal surge de forma misteriosa, y es imposible desentrañar su origen, o encontrar una justificación satisfactoria. Por eso tengo ganas de ver las películas anteriores. Entonces sabré si, de haberlas visto antes, esta "precuela" me habría decepcionado.

Quiero destacar al chico protagonista, para mí tremendamente atractivo y repulsivo a la vez. Su expresión contiene frialdad, voluptuosidad y sufrimiento a la vez. No puedo considerarlo un monstruo, ni la semilla de un futuro monstruo. Me inspira demasiadas cosas contradictorias.

Nada más que añadir, tan sólo que volví a casa mirando hacia atrás constantemente. Claro que, como ya les he advertido, este ha sido mi primer encuentro con Hanníbal (pero no el último).