Resulta muy difícil hacer una película sobre una novela de Agatha Christie que, para mayor dificultad, ya ha sido versionada con anterioridad. El espectador que ya disfrutó de la gran película de Lumet o el lector del libro en que se basan ya conocen el desenlace y son más difíciles de seducir. Era un reto complicado, quizás innecesario, pero Branagh ha conseguido un excelente resultado gracias a un trabajo de producción a la altura del envite. Los actores, la fotografía, la ambientación, la música, el vestuario...todo de una calidad extraordinaria.
Es curioso cómo este artesano aplicado ha conseguido emular al otro gran artista total británico, Laurence Olivier, tocando todos los géneros y saliendo aprobado en todos ellos. Desde las adaptaciones shakesperianas al cine de acción pasando por la alta comedia o asombrando con superhéroes...con todo se atreve Kenneth y con todo disfruta y nos hace disfrutar.
En ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS ha logrado que hasta los más firmes seguidores de la mejor escritora del género detectivesco hayan olvidado el final disfrutando con las elucubraciones del genial Hercule Poirot.
Muy buena.