Nos quejamos de que en Hollywood no tienen ideas y de que no tienen más remedio que remakear películas europeas recientes o reestrenar sus éxitos más señeros de los últimos años (como El Rey León, la saga de Star Wars, Titanic, etc.) con la excusa del 3D, pero lo cierto es que este proceso viene de antiguo y es en los telefilmes donde primero se nota. Porque, ¿acaso no estamos hartos de ver a una guapa niñera saliendo rana, a una amiga traicionando, a una segunda esposa con malas intenciones, a una esposa / madre / amiga / hija sospechando de la intrusa...?

En este caso, tenemos a un hombre maduro, viudo y con una hija joven, que contra matrimonio en segundas nupcias con una señora (que también trae con ella a su propia hija, una rubia con expresiones y maneras claramente sospechosas que nadie, salvo la prota, parece percibir). Lo que sigue ya es previsible y te sirve para pasar una tarde aburrida y poco más.

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