Sinceramente, esperaba mucho más de esta película después de las opiniones que había escuchado alabando sus virtudes.
No es una mala película, ni muchísimo menos. El trabajo técnico es magnífico (impagable la fotografía y el diseño del castillo del conde), Gary Oldman está espectacular y el principio y el final son excelentes, sobre todo el principio. La secuencia en la que Jonathan Harker llega al castillo y charla con Drácula (una especie de mezcla entonces del Emperador Palpatine de Star Wars y F. Murray Abraham en Amadeus) es de los mejores principios que he visto.
Pero hay muchas cosas que fallan. Mi sensación general es que se trata de una película mucho más intrascendente de lo que nos han hecho creer. Hay escenas de auténtica carcajada, como las de las "posesiones" de Lucy, y todo ocurre demasiado deprisa. Es increíble cómo se ha desperdiciado una historia de amor tan poderosa y dramática (y tan gótica y decimonónica) como ésta. Detalles en la zona spoiler.
Además, tenemos ahí a Sir Anthony Hopkins en un personaje que no dice absolutamente nada al espectador, y a Winona Ryder en una muy irregular actuación, aunque a veces parece que estaba ya ensayando para el papel de Abigail Williams en El crisol (por las caras de loca).
En fin, una película aceptable, entretenida, con momentos (pocos) para el recuerdo y un final demasiado precipitado como para resultar conmovedor y bonito. Una pena.

Lo mejor: Gary Oldman, los primeros veinte minutos y todo el trabajo técnico (imitado doce años después por Van Helsing).
Lo peor: Que debajo del espléndido envoltorio de la película, hay muy poco, y lo que hay está desaprovechado. Quizás si la cosa durase un poquito más, se habría podido dar la profundidad necesaria a la relación del conde vampiro con Mina.