Los que hayan visto El Nuevo Mundo se habrán dado cuenta de que la película de Terrence Malick... no es una película. Es un documental camuflado con una mínima historia para pasar por película, en lo que lo único que le importa a su responsable es ofrecer las imágenes más bellas posibles.
Eso es exactamente lo que le pasa a Julie Taymor en Across the universe. Cuando se habla de Taymor se habla única y exclusivamente de lo visual, porque la realizadora es una pintora de imágenes fascinante, y en eso es una maestra, le duela a quien le duela. La película es absolutamente apabullante desde el punto de vista del color, la luz y la plasticidad de lo que se ve, si se permite decirlo así. Pero no vamos a engañarnos. Por bonita que sea la película y por bien que lo hagan los actores (en especial Jim Sturgess, la siempre maravillosa Evan Rachel Wood y T.V. Carpio... atención a las miradas finales de los dos primeros), la historia no va a ninguna parte y muchas veces las canciones están metidas con calzador. El metraje es excesivo a todas luces, y las melodías van y vienen sin dejar a veces espacio para diálogos o explicaciones que hubiesen sido necesarias. Y la historia, tópica como la que más, no produce demasiada emoción salvo en contadas ocasiones en las que la intensidad sí es grande (caso de los momentos en que suenan "I want to hold your hand", "Helter Skelter" o "Happiness is a warm gun").
En definitiva, una cinta espectacular en lo visual pero bastante pobre y coja en lo argumental, que al fin y al cabo es lo que vale al final.

Lo mejor: La realización de Julie Taymor y algunos momentos que ponen un nudo en la garganta.
Lo peor: El guión es bastante ramplón, para qué negarlo, y la película se hace más larga que un día sin pan.