Estimable cinta maltesa, que narra una historia dramática que resulta cercana por cuanto lo que todo lo que sucede es comprensible para cualquier ser humano, viva donde viva, al tocar sentimientos universales.
Alex Camilleri logra una cinta que, con una pátina semidocumental, pero ficcionado, llegue al corazón del espectador al mostrar los problemas cotidianos de un ser humano abocado a traicionarse a sí mismo y a sus amigos, en pos de un mayor rendimiento económico para poder sacar adelante a su necesitada familia.
La corrupción sistemática del sistema, la pérdida poco a poco del hábitat natural donde poder trabajar debido al cambio climático, las presiones familiares... todo ello descrito de forma muy interesante y entretenida durante todo el metraje.
Puede que a algunos espectadores el ritmo les parezca algo lento, pero nada sobra ni falta a esta película muy digna y honesta, sincera con el espectador.
Buenas interpretaciones y un final sencillo pero que cierra magníficamente la historia al mostrar el alma del protagonista.
Recomendable pero, eso sí, se debe ver sin prisas, con tranquilidad.

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