Honesto y digno film de comienzos de los cincuenta, que trata, supongo, de activar la conciencia de la sociedad estadounidense, en este caso para reivindicar la verdad por mucho que esta cause el dolor de una familia de gente honrada.

Se sigue con gusto al ser agradable en su narración y puesta en escena.

Los intérpretes están muy bien, aunque John Derek, siempre muy guapo, sea bastante soso, pero el guión es claro y conciso y esto ayuda que la cinta sea entretenida e interesante, por más que su resolución sea previsible, como no podría ser de otra manera.

Quizás le falte para ser mejor, el ser menos redundante en ocasiones y existir algunos tiempos, no muertos, pero sí que ralentizan la historia. Algunos diálogos más y dos o tres escenas que no tienen la fuerza dramática requerida.

Y es que la realización de Henry Levin es bastante convencional, con mantenido ritmo pero sin momentos estelares que hagan que pasado un tiempo se recuerde bien la película.

Muy buena fotografía en blanco y negro.

Como curiosidad, y tal y como se dice en el IMDB, Lee J. Cobb, que hace de padre de John Derek, en la realidad tan sólo tenía 14 años más que él.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/