"Esta película está dedicada a los bomberos de España, especialmente a los que en acto de servicio, servicio de abnegación y caridad cristiana, ofrendaron sus vidas por salvar la de sus hermanos".

Pues eso, una loa, sentida y humana, al trabajo y espíritu de los bomberos. en este caso españoles, como se nos dice al comienzo del filme.
Una cinta honesta y digna, que no es gran cosa y, aunque representativa de la época franquista, se centra en un drama humano, donde la abnegación y deber se mezclan con los puros sentimientos humanos, en este caso positivos, como el amor fraternal pero también negativos, como los celos, la envidia, la frustración por no haber triunfado en la vida...
Lo cierto es que se pasa el rato sin problemas, gracias a, primero, un ajustado metraje y luego por la buena labor de sus estimables intérpretes, con uno de los primeros papeles de importancia de Tony Leblanc y/o el gran Manolo Morán.
Tiene también humor en los personajes de Ángel de Andrés y Francisco Bernal y se sigue con gusto, siendo agradable y amena.
No, no es una buena película en sí misma, pero es digna.

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