Me interesa el cine de Bresson. Sin embargo, no consigo conectar cien por cien con su obra. En el caso de la presente, ésta es la segunda vez que la contemplaba. Recuerdo que la primera me entró mejor. Pero hoy, en este caluroso día, quizás no estaba tan preparado para adentrarme en el universo bressoniano que se me presentaba, tragarse un "Bresson" en un día tan sofocante puede ser contraindicado.

En Mouchette, vemos que el director francés va al grano desde el principio: La vida pobre y desgraciada de la joven Mouchette. Metraje más bien corto pero que se hace largo por la desesperanza que te transmite a cada fotograma que avanza. Se te muestra un mundo de desolación interior, todo lo guía el interés material, la represión sexual, la ambición mundana. Un retrato humano que te sumirá en el barro, como a los zuecos de Mouchette.

La denuncia la has hecho, Robert. También el retrato fiel. También la construcción escueta, esencial, de todo lo que es lo nuclear en esta historia. No te niego ni refuto nada de ello, quien ha conocido cualquier forma de humillación o desprecio sabrá que se está hablando con VERDAD en la narración.

Las películas tan descarnadas, tan crudas, es difícil volverlas a ver más de una vez. Sobre todo si no abren hueco a alguna forma de reconforte humano. Hablar de la maldad o crueldad humana sin dejar resquicio a la esperanza puede resultar indigesto.

Hay escenas ambiguas en su significado, algo propio de Bresson. Eso puede jugar a favor o en contra, según si la sugerencia te llega o no. Para el espectador sencillo, que no busca complicarse, no creo que ayuden. También me encontré con escenas en exceso largas para lo que contaban.

¿Cómo puede ser el mundo de la modernidad tan despiadado, si nos han dicho que habíamos evolucionado como especie hasta lo indecible? ¿Cómo puede vivir tanto desprecio una joven en la Europa francesa de la contemporaneidad? ¿Cómo puede estar tan degradado el ser humano reciente, cuando se supone que hemos aprendido mucho de toda nuestra historia? Bresson solo te va a describir una realidad que no ha cambiado, si quieres sacar respuestas a las anteriores preguntas tendrás que investigar por tu cuenta.

Supongo que Bresson simplemente buscaba con "Mouchette" contarnos la vida de una chica en la que no hay sitio para sentimientos como el amor o la paz interior. Y lo consigue. Pero me faltan mimbres para puntuarla más allá del 7, y no estoy con ello negándole los muchos méritos formales que tiene. Quizás la vuelva a ver, dentro de unos años, por alguna casualidad que me quiera proveer el azar, Baltazar. Y quizás entonces me encandile con el nuevo visionado, es lo que tiene revisitar a los grandes directores.