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elrubiosevilla rating:
9
Drama For psychotic, pistol-packing Vietnam vet Travis Bickle (Robert De Niro), New York City seems like a circle of hell. Driving his cab each night through the bleak Manhattan streets, Bickle observes with fanatical loathing the sleazy lowlifes who comprise most of his fares. By day he haunts the porno theaters of 42nd Street, taking his cues from the violent vision of life portrayed in these movies. As badly as Travis wants to connect with ... [+]
Language of the review:
  • es
September 13, 2011
4 of 4 users found this review helpful
La soledad interior ahogada por las miserias del mundo, las calles podridas envenenan mi espíritu, soy un condenado a vagar por estas noches sin día y estos días sin memoria.
Miles de kilómetros bajo luces de neón, de farolas y semáforos; pero la luz de alma no prenderá en vosotros con el odio, la avaricia, la lujuria y el rencor.
La noche nunca duerme y yo permanezco inmóvil, acechando, aferrándome a la esperanza de encontrar algo que me saque de este letargo, esta monotonía.
Los amigos son conocidos, y los conocidos dan buenos consejos, "-tras 17 años en el mismo trabajo te conviertes en lo que trabajas", "en la vida hay médicos o abogados, hay quién muere o hay quién se cura, no te preocupes Travis."

"Película fuerte y directa, es el cine hecho con las ideas claras, tanto que; la empezó a gestar del por aquel entonces guionista Paul Schrader, hoy en día director de películas cómo
("Aflicción" o "Posibilidad de escape"), quiso contar con el director italoamericano Scorsese y este a su vez con Robert de Niro, que ya habría contado con el en ("Malas calles").
El guión salió de una mala temporada de Schrader, tras el fracaso de su matrimonio y al verse obligado a abandonar su casa, se dedicó a ver pornografía, a la bebida y a tener un caracter solitario y reservado.
De Niro inconmensurable en papel de Travis, (estaría cuatro semanas cómo taxista para aprenderse el papel) sería el salto definitivo hacia el estrellato en su carrera, un papel corto para el siempre genial Harvey Keitel, y una lindísima y jovencísima Judie Foster. La cámara desempeña un papel principal en los planos cortos de los personajes, sobre todo el del principal, y los planos de las calles. La música de Bernard Herrmann (Vértigo y Psicosis) se compone de fragmentos de jazz y saxofón, además de utilizó una partitura de años atrás para la parte central de la película y los títulos.
En definitiva, un filme que permanecerá en la memoria, tanto por el poder de sus imágenes, y por la soledad que siente el protagonista en un mundo lleno de gente pero con vacío existencial. Imprescindible.
elrubiosevilla
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