En El honor de las injurias (el título se debe al marginal barrio de Las Injurias, donde nació su protagonista), a través de imágenes de archivo, García-Alix escarba en la biografía de Felipe Sandoval, uno de los pistoleros anarquistas más activos y sanguinarios en el Madrid de la guerra civil.

Una vez finalizada la contienda, Sandoval es detenido en Alicante y trasladado a Madrid. Allí se le obliga a escribir una confesión. El documental utiliza esta confesión para reconstruir su papel protagónico en la represión de la quinta columna madrileña durante la guerra, con la adecuada cautela que merece un escrito dirigido a sus captores.

Se permite muy pocas licencias narrativas en la búsqueda de la mayor objetividad posible, y por momentos provoca cierta sensación de rigidez, de apego excesivo al discurrir biográfico.

Un excelente documental, en definitiva, sobre un personaje oscuro en un tiempo oscuro.