Vísperas de Navidad, una fiesta occidental de un tal Jesus. Dos clanes mafiosos se ponen en guerra en pleno corazón de Hong Kong, Mongkok es el barrio con mayor densidad de población del planeta, un hervidero de delincuencia, vicio y degradación. Un asesino a sueldo venido de las zonas rurales de China, es enviado allí para vengar la muerte del hijo de uno de los clanes, causa de la guerra. Pero la policía del distrito se podrá en marcha con todos sus efectivos para evitar la masacre que se avecina.
Lo que salva de la mediocridad a esta película de acción made in Hong Kong es el ritmo y la frescura con la que está rodada, así como las espontáneas relaciones entre los policías y sobre todo la especial amistad que se crea entre el asesino y una joven prostituta amenazada por su chulo.
Pero sin duda cojea en su argumento, donde se dejan demasiadas cosas en manos de la casualidad, como los constantes encuentros entre policía y asesino completamente fortuitos y poco creíbles, sobre todo teniendo en cuenta que en el barrio viven 130.000 personas por kilómetro cuadrado.
Por momentos me recordaba a El caso Bourne, solo que el argumento de esta última es mucho más brillante y trabajado.
Una entretenida película si no eres muy exigente con un argumento poco pulido.