La sinopsis es típica: un par de parejas, a las que se suma el hermanito de una de las chicas, van de camping. Al llegar a la zona, suena la frase del millón: "Si estamos en medio de la nada,cariño, te prometo que todo saldrá bien...".
Las dos parejas son normalitas, pero el hermano tiene tendencias suicidas, con un bonito historial psiquiátrico y tratamiento activo, y además, descubren que lleva una pistola (según dice, como protección). Todo marcha relativamente bien, hasta que el chaval tiene un par de visiones extrañas, y en mitad de la noche se pone a explorar la zona, pistola en mano, y dispara a un monigote de piedra tallada, que acaba hecho añicos.

Estos son los primeros 10/15 minutos.

A partir de ahí, se intercalan visiones, posesiones, apariciones, y problemas de pareja, en una mezcla que ni engancha, ni interesa ni entretiene, sino que más bien aburre y provoca el bostezo, todo ello rematado por el más penoso final (para personas curiosas, lo pondré en spoilers).

Una pérdida total de tiempo, y eso que dura poco.

Wolf.