Le pongo el aprobado muy justito, porque aún siendo mucho más floja que su antecesora, logró sacarme algunas sonrisas, pero hay momentos y minutos bastante sosos y de relleno, e incluso en ocasiones se nota un mal montaje de escenas rodadas varias veces.

Veremos de nuevo a las dos parejas protagonistas, pasando unos días de vacaciones en El Caribe, a los que se les añade el suegro de John Cena (Buscemi y 'sus cartas sobre la mesa'), líos con narcotraficantes y negocios con coreanos de Lil Rel Howery. Hay buena química, un argumento algo más complejo pero con menos chispa y cachondeo de la primera.

Entretenimiento básico, algo usual últimamente, no se complican demasiado a la hora de rodar ni de escribir un guión. Con poner algunas caras conocidas y repetir una y otra vez situaciones parecidas, ya sacarán algo en taquilla (como las películas españolas con niños de vacaciones, que ya aburren hasta los trailers). No sorprenderá, es del tipo de película que simplemente da lo que se espera de ella, pero en esta ocasión, menos de lo que debería para cumplir.

Lo mejor, John Cena, y los modelitos de Yvonne Orji.

Wolf.