Click here to copy URL
Spain Spain · Córdoba
poverello rating:
5
Western. Adventure Legend has it notorious American outlaws Butch Cassidy and the Sundance Kid were killed in Bolivia in 1908. In Blackthorn, Cassidy survived, and is quietly living out his years under the name James Blackthorn in a secluded Bolivian village. Tired of his long exile from the US and yearning for one last sight of home, Cassidy sets out on the long journey home. But when an unexpected encounter with an ambitious young criminal derails his ... [+]
Language of the review:
  • es
October 5, 2011
2 of 4 users found this review helpful
Se me antoja pensar que en los westerns clásicos de Mann, Ford, Hawks... nunca se recargaba un arma a menos que fuera estrictamente necesario por exigencias del guión; apenas aparecía una gota de sangre y no se veía a ningún cowboy con el culo dolorido tras infinitas cabalgadas. Y flipaba a media tarde con Wayne o Stweart, y desde entonces disfruto como un enano cada vez que algún director se atreve a reinventar algo esperando encontrar lo perdido antaño y sufro como cinéfilo tras comprobar los resultados.
Con esto quiero decir ¡qué pena!, pues, para mi pesar, he de decir que es meridianamente apropiado el título: Sin Destino, porque en gran parte del metraje del film no sé ni hacia dónde va. Mi resumen es rápido: Ford ya mimetizo el paisaje como parte intrínseca de la historia desde La diligencia; Mann psicoanalizó al vaquero y al cazarecompensas y les otorgó alma triste, pero inmortal (Colorado Jim puede el paradigma); Hawks consolidó al antihéroe y creo el diseño de personajes en los que, por fin, ninguno es "bueno" (Río Bravo, por ejemplo)... Y sobre Oeste crepuscular, con un simple visionado a Pasión de los Fuertes, todo el nutrido tenderete de dejà vù que deja Blackthorn, se desmorona estrepitosamente, porque Mateo Gil no es que no invente nada, que reconozco que es difícil, pero he de confesar que no hay ni una sola secuencia que permanezca en mi retina después de hora y tres cuartos. ¡Qué más me da que se recargue un arma, que salga sangre o que le duela el culo al cowboy si todo es predecible y no siento emoción!
- El western crepuscular, el antihéroe, el psicoanálisis... lo reinventó Eastwood con Sin Perdón, y respecto a la interacción del paisaje con los protagonistas casi me quedo con la inadvertida Open Range, que vi hace muuuuchos años e inolvidable me sigue pareciendo el duelo final (no podré decir lo mismo de la que nos ocupa), e incluso la extraña Seraphin Falls.
Y después de esta especie de maltrato, ¿por qué un 5 y no un 4 o un 3? Porque Sam Sephard lo borda en una historia no del todo creíble e incluso innecesaria, y porque al final, sí me queda el regusto amargo, en tonos sepia, de un valeroso intento de revitalizar lo casi muerto.
poverello
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow