Un nada despreciable y sobre todo "candente" thriller de inicios de la década de los 90, dirigido por Dennis Hopper y escrito con pulso firme por Nona Tyson, y se basó en una novela del reconocido escritor Charles Williams.

Y es que tanto en su puesta en escena como en estilo, lo que me llama la atención es como el director mantiene el clasicismo a la hora de darle forma a la historia, puesto que mantiene detalles característicos del cine "noir" más puro, de esos films que consagraron todo un género entre los años 30 y 70 del siglo pasado.

Además en cierta medida se "camufla" a primera vista como una sencilla película de la época que no tiene nada fuera de lo común, pero si uno le da la oportunidad, se verá recompensado con un notable trabajo que supera las expectativas iniciales, que cumple también como entretenimiento e incluso contiene algunos hallazgos interesantes.

Y entre ellos además de lo anotado anteriormente, sin duda el reparto saca a relucir (entre sudor y pasión) interpretaciones excelentes de los tres protagonistas, desde el correcto "galán maduro" de Don Johnson, pasando por una arrebatadora Virginia Madsen y ese punto dulce, hasta inocente que pone una Jennifer Connelly imponente.

De soporte encontramos nombres como Charles Martin Smith, William Sadler (ojo a sus lineas que son fuego) Jerry Hardin, Barry Corbin, Leon Rippy, Jack Nance y Virgil Frye.

Ya para terminar destacar los trabajos de Jack Nitzsche en la banda sonora, adem'as de encontrar también canciones de Billy Squier, Hank Williams, Jr., Terry De Rouen o Scott Wilk, y la estupenda dirección Fotográfica
del suizo Ueli Steiger, que refleja en el calor de l una trama que quema de principio a fin