No es lo mismo comerse un filete de ternera que de oso Panda, por lo que no es lo mismo cazar perdices que a una ballena, atacar algo tan escaso y bonito enciende las alarmas de la decencia y aunque hay que situarse en el marco histórico para crear distancia, si la ilusión de tu vida es ver enormes Ballenas, pues en esta contienda vas con el cachalote que sin ser el protagonista le roba los mejores planos al resto del reparto.
Y es que lo mejor de la película, como dice el titulo son las escenas en el mar y las mejores las de las ballenas, como surcan el océano y como se levantan por encima de las olas y de las barcas, tan reales como espectaculares. Da gusto ver una película de aventuras como te las imaginabas en los libros, cuando leías a Julio Verne o a Patrick O'Brian. El director consigue que pases hasta frío y que sientas el mar en la cara y que sufras con las desesperación de los personajes.
Sin embargo al resultado final le falta emoción por varios motivos:
El que la historia la cuente uno de los protagonistas le resta la inquietud de no temer por su vida en ningún momento; Que Chris Hemsworth sea tan imponente, le resta credibilidad a su papel y es que a diferencia de sus compañeros parece que va disfrazado Y finalmente que nos presente un enfrentamiento entre el capitán y le primer oficial que se desvanece sin haber comenzado y sin profundizar en la relación de dos formas diferentes de entender el mar, le resta historia.