Sin duda estamos ante una película que copia, casi de forma compulsiva, los códigos del género negro americano, con referencias explícitas, incluso en el título, como es evidente, de LA CONFIDENTIAL, una de las última joyas de este género a nivel mundial. La ambientación en una ciudad como El Cairo es al principio chocante pero luego el espectador siente la ciudad como un personaje más, algo difícil y que Tarik Saleh logra con una pasmosa facilidad. Fares Fares está inmenso en un papel con tantas variantes como el de Bogart en EL HALCÓN MALTÉS, lleno de dobleces, de claroscuros típicos y tópicos del género. Héroe al final, corrupto siempre, estamos ante un actor inmenso al que ya hemos visto comerse a protagonistas en otras películas. Lo que no acaba de cuajar del todo es la parte de los diálogos, a los que les falta la agilidad americana, la prontitud de las respuestas. Pero nadie es perfecto, como decía el gran Wilder...