En una paradisíaca playa mejicana llega la americana Nancy (Blake Lively) a recordar el lugar donde antaño su madre ya fallecida la había llevado en su vientre mientras disfrutaba de tan idílico lugar. Aficionada al surf y a pesar de no haber terminado su carrera de medicina, Nancy decide disfrutar de lo que deberían ser unos agradables días de Sol, playa y surf. Pero un lugar aislado también puede convertirse en una trampa bajo las aguas y más si la brisas y el oleaje tienen dientes y toman la forma de un enorme tiburón blanco.

Nacido en la pequeña población barcelonesa de Sant Iscle de Vallalta, Jaume Collet-Serra se formó como director prácticamente en los Estados Unidos iniciando así una carrera irrefrenable que le ha hecho moverse cómodamente en los terrenos del Terror y el Suspense estrenándose con su primera película, un remake del film de André de Toth, “Los Crímenes del Museo de Cera”, “La casa de Cera” (House of Wax 2005) hasta sus adrenalíticos thrillers con Liam Neeson como “Sin Identidad” (Unknown, 2011), “Non-Stop” (2014) y “El Pasajero” (The Commuter”, 2018).

“Infierno Azul” pretende a ser otro de los entretenimientos sucedáneos que nos depara el director catalán aunque garantiza una buena puesta de escena (las secuencias de “surf” son de lo más impresionantes) que intenta compensar un argumento previsible y destinado a gozarlo en la gran pantalla, con el audio bien puesto, cual parque de atracciones.