Con ya cuatro temporadas en su haber y un elenco de actores (encabezado por la veterana Jessica Lange) que más o menos conocemos, ésta serie se ha convertido en una referencia para los fans del género de todas las edades que a pesar de gozar de un contenido que ha recolectado lo mejor de los clásicos del cine de terror, fantástico e incluso policíaco (desde “La Semilla del Diablo” (1968) de Roman Polansky a “La Dalia Negra” (2006) de Brian De Palma) revisitando el mito de las casa encantadas, y en concreto en una mansión del viejo y clasista Hollywood donde se han perpetrado misteriosos asesinatos entre sus inquilinos desde los años veinte…

Y todo parece retomar la tranquilidad cuando en esa casa deshabitada llega una nueva familia para habitarla: el doctor Ben (Dylan McDermott), su esposa Vivien (Connie Britton) y la hija de ambos, Violet (Taisa Farmiga). La imagen perfecta para una familia modelo que sin embargo está resquebrajada por unas circunstancias ajenas a las paredes de su nuevo hogar pero que será un catalizador maligno y sombrío donde quien no husmea o acecha aterroriza… Vecinos curiosos como Constance (Jessica Lange) y su hija Adelaide (Jamie Brewer), el conflcitivo Tate Langdon (Evan Peters) o fantasmas del pasado que se pasean por el desván o recubiertos de látex. Todos mantienen un interés sobre la casa que, evidentemente, tendrá su desenlace imprevisto.

La serie que podrá hacerle la competencia tranquilamente a “The Walking Dead” es un potencial de friquismo en alza. Disfrutable.