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Natxo Borràs rating:
6
Sci-Fi. Adventure The first of three prequels to George Lucas’s celebrated STAR WARS films, EPISODE I - THE PHANTOM MENACE is set some 30 years before STAR WARS: EPISODE IV - A NEW HOPE in the era of the Republic. Naboo, a peaceful planet governed by the young, but wise Queen Amidala (Natalie Portman), is being threatened by the corrupt Trade Federation, puppets of an evil Sith lord and his terrifying apprentice, Darth Maul (Ray Park). The seemingly ... [+]
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  • es
March 16, 2012
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Después de que la tres primeras entregas de la franquicia “Starwars” que conllevaron a Lucas a convertirse en el eremita y empresario del celuloide multimillonario que es, los fans le pidieron a gritos durante años que ensanchara su imaginería espacial, con referencias a Tolkien, la Leyenda Artúrica y, naturalmente, a los juegos de ordenador.

Desde el final de “El Retorno del Jedi” (The Return of the Jedi, 1983) de Richard Marquand había que rebuscar en los orígenes bondadosos del caballero oscuro Annakin Skywalker / Darth Vader, cuya frase “Yo soy tu Padre” se quedó corta para muchos espectadores, incluso al final de la primera etapa finalizada con el proyecto que Lucas delegó a Marquand.

Y entre el público que descubrió la primera trilogía, algunos ya convertidos en padres que llevan a sus hijos al cine con la excusa de disfrutar del serial, Lucas empezó su segunda etapa como una cinta que explota los recursos del cine familiar (éste Episodio I es el más infantil de los reclamos de la saga), con un Annakin (Jake Lloyd) confiado y liberado por los Caballeros Jedi, Qi-Go Jinn (Liam Neeson) y Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor) después de que estos huyeran del planeta Naboo, llevando consigo a la Princesa Amidala (Natalie Portman), a fin de evitar que firme el pacto con la Federación de Comercio después de invadir el planeta, a petición del oscuro Lord Darth Sidious.

Ejércitos de droides, criaturas de lo más estrambóticas (el odiado Jar Jar Binks que perdió protagonismo en los episodios siguientes) y una conspiración disfrazada de bloqueos comerciales, invasiones, huidas y luchas con sables de luz (intenso Ray Parks en su papel de maléfico Darth Maul y que sería reclamado pòr Bryan Singer como hombre sapo en “X-Men” (2000)) es solo el principio del fin de una de las más espectaculares sagas que se le ha ofrecido al gran público.
Natxo Borràs
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