Lo primero que vamos a abordar de esta película es una serie de cuestiones sobre el por qué de la cinta. Han Solo es ante todo puro fanservice llevado decentemente a la gran pantalla. ¿Te gusta Star Wars, pero no eres un fan talibán? Pues ve a verla. ¿Te gusta el cine de acción y aventuras de corte clásico? Disfrutarás con la película. ¿Simplemente quieres un rato de payún, payún y vroom vroom de naves y pistolas láser? Es una película adecuada para ti.

Pero claro, al fandom de Star Wars le pasa como al perro del hortelano, ni come, ni deja comer. Si la película es diferente a lo anterior será horrible porque no es así su idea de Star Wars. Si la película es parecida, será malísima porque no arriesgan nada y estos de Disney solo quieren sacar dinero, claro como si en aquel lejano 1977 George Lucas hiciera esto por amor al arte y no para hacerse millonario, pero en fin.

Salvando que tenemos la comunidad de fans más tóxica de la galaxia (esas cuentas en Film Affinity y en IMDB con un único voto siendo este un 1 para votar mal al episodio 8 y soltar bilis en críticas de odio con miles de valoraciones) la película resulta ser un agradable western espacial con muchísimo fan service y algunas sorpresas.

Admito que puede ser predecible, que no arriesga y que va a una fórmula segura. Pero es que esto es una película franquicia sobre un carismático personaje (que por cierto interpreta genial Alden Ehrenreich) y sus primeros momentos. Los fans de corazón serán recompensados con miles de referencias y momentos de puro fan service que harán las delicias de quienes más disfruten con esto.

Si pretendes ver una cinta de la Nouvelle Vague o el Expresionismo Alemán, quizás esta no sea la película más indicada. Pero por favor, seamos serios y no le pidamos a este cine elementos que ni necesita ni le casan bien.

¡Disfruten de esta aventura espacial!