Esta "pequeña" película de animación es un gran tesoro del entretenimiento.
Goza de unos dibujos excelentes y un humor, aunque blanco, muy bien elegido. Hay que entender que está hecha para que l@s niñ@s también puedan disfrutarla.
Benjamin Renner (esta vez acompañado de Patrick Imbert), quien ya adaptó en 2012 el libro de Gabrielle Vincent, Ernest et Célestine, y dirigió el filme con solvencia, nos sorprende haciendo una película basada en su propio comic. Contando tres historias que por un momento me han recordado a las maravillosas aventuras de la serie Garfield y sus amigos (pero sin picante).
Valores como el amor, la amistad, el trabajo en equipo, proteger a los demás, ya tan vistos en tantas y tantas películas, han sabido colocarlos muy bien en esta(s) historia(s), sin que parezca un refrito de ideas.
80 minutos muy recomendables para todo tipo de público.