Cypher es la prueba viviente que demuestra que para hacer Ciencia Ficción no hacen falta efectos especiales millonarios, ni sables laser, ni naves espaciales, ni extraterrestres, ni zombies, ni vampiros… Cypher es ante todo talento, talento muy bien utlizado para dar una lección magistral de cine y un vuelco al género.

¿Pero qué tiene esta película? Muy sencillo, un guión soberbio y una historia original. Cypher representa todo el movimiento Cyberpunk. Toda la película está rodeada por una estética futurista, desarraigada, aséptica, fría, sobria… El film está marcado por un aura oscura donde la lucha tecnológica acompaña la decadencia moral.

Hay muchas películas de conflictos empresariales y luchas entre multinacionales, pero Cypher va más allá. En ese sentido me desvinculo de la opinión de otras críticas. No es una película empresarial sino individual. El film se centra en Morgan Sullivan, su protagonista.

Éste se enfrenta a una realidad de la que no puede escapar, se sumerge en un pozo tan profundo que toca la desesperación. Cypher es en cierto modo filosófica, es un viaje mental en un mundo de intereses, una lucha por la libertad.

Esta cinta también demuestra que las películas no dependen del tamaño de su plantilla. Jeremy Northam y la bellísima Lucy Liu (bordando sus papeles) prácticamente se bastan por sí mismos para componer toda la trama con ayuda de algunos secundarios.

Como adepto del género recalco la genialidad de esta cinta. Sin embargo no será plato para todos los gustos, no es cine comercial ni lo pretende. Aún así nadie debería perderse la oportunidad de verla.