Cabeza de perro es una película muy atractiva pero insatisfactoria. De momento no he visto la primera película de Santi Amodeo, Astronautas, así que vi esta sin referencias de ningún tipo. Y la conclusión final es que el director tiene una poética inventiva visual, sabe dotar de fuerza y empaque a las imágenes de su historia, se arriesga con una puesta en escena atrevida. Y todo esto lo hace con un estilo sólido y personal.
Es una pena que todo esto esté al servicio de una historia que, aunque empieza muy bien, no termina de cuajar en ningún momento. La historia de este chaval con una compleja enfermedad neuronal, sobreprotegido por sus padres, que de la noche a la mañana empieza una vida diferente en extrañas circunstancias, me resulta en el mejor de los casos muy poco creíble.
El más que correcto reparto se encarga de sobrellevar con oficio una historia que está construida sobre un material muy frágil, que sin llegar a naufragar, le resta a la película gran parte del interés que de otra forma hubiera alcanzado.