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TOM REGAN rating:
9
2014
Jonathan E. Steinberg (Creator), Robert Levine (Creator) ...
6.9
7,144
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- es
April 24, 2017
8 of 10 users found this review helpful
76/16(20/04/17) Soplo de aire fresco esta serie de piratas creada por Jon Steinberg (“Jericho”) y Robert Levine (“Touch”), cuatro temporadas, 38 episodios (8+10+10+10) para la cadena Starz, alejada de productos juveniles de sagas fantásticas a lo “Piratas del Caribe”, aquí prima la profundidad de los personajes, el mensaje idealista, el guión trabajado, la complejidad de las relaciones humanas, mezcla de modo maravilloso la acción y el drama de forma penetrante. La acción tiene su epicentro en la isla de New Providence, siendo precuela de la novela de aventuras “La isla del tesoro” (1883) de Robert Louis Stevenson, situándose unas dos décadas antes de los acontecimientos de los hechos narrados en el libro, edad de oro de la piratería . El relato se presenta en el primer episodio, "En 1715 las Indias Occidentales, los piratas de la isla de Nueva Providencia amenazan el comercio marítimo en la región. Las leyes de cada nación civilizada los declaran hostis humani generis , enemigos de toda la humanidad. En respuesta, los piratas se adhieren a una doctrina de su propia .... guerra contra el mundo ". Aparecen mezclados piratas de ficción (Capitán Flint, John Silver el Largo, Billy Bones,...) con otros reales (Anne Bonny, Benjamin Hornigold, Jack Rackham, Charles Vane, Ned Low, Israel Hands y Barbanegra). La ambientación es de enorme brillantez, Michael Bay (“Transformers”) está en la producción y se nota en la recreación realista, con unos barcos imbuidos de autenticidad, abordajes magníficamente rodados, salvajismo atávico, mostrando un mundo de piratas alejados del glamur en que se exhiben en otros productos, gente rastrera, violenta, egoísta, codiciosa, antihéroes de fuerte carácter que les convierte en humanos. Sustentado por una galería de actores que brillan por lo bien que transmiten toda una gama de emociones.
Durante la Edad de oro de la piratería al temido Capitán Flint (Toby Stephens) y su lugarteniente Gates (Mark Ryan) les llega información sobre un cargamento de oro, siendo vital para saber la ruta que seguirá este preciado botín una hoja con las coordenadas, esta llega a manos de un cocinero, John Silver (Luke Arnold) de un navío asaltado por el capitán, comenzando un juego del gato y el ratón por hacerse con la hoja, teniendo el centro de esta disputa la ciudad caribeña de Nassau, nido de piratas regido por la empresaria contrabandista Eleonor Guthrie (Hannah New). En el relato tendrán importancia personajes como los piratas Billy Bones (Tom Hopper), Charles Vane (Zach McGowan), Jack Rackhan (Toby Schmitz), Anne Bonny (Clara Paget), Barbanegra (Ray Stevenson), Captain Benjamin Hornigold (Patrick Lyster), Dufresne (Roland Reed); La prostituta francesa de Nassau, Max (Jessica Parker Kennedy), la mano derecha de Eleonor es el Sr. Scott (Hakeem Kae-Kazim), el hombre enviado por Londres para tomar el control de Nassau, Woode Rogers (Luke Roberts), la pareja del capitán Flint, la Miranda Barlow (Louise Barnes); hay muchos más.
Inteligente serie que te atrapa ya desde su impactante y genial inicio, asistimos a la toma del barco en que sirve John Silver desde su punto de vista cobarde, escondido en la cocina mientras oye toda la algarabía exterior, ello teniendo que lidiar con un cocinero, para luego desembarcar en Nassau, se añade un electrizante duelo entre Flint y un aspirante a capitán (Singleton), unas escenas de sexo, un perspicaz guion, surtido de mordaces dosis de humor, una presentación de protagonistas (corales) maravillosos, y ya tenemos el caldo del que se surtirán los capítulos, una arrolladora entrada, sembrando la semilla del McGuffin que será el tesoro del Urca de Lima, con sus intrigas, alianzas, y deslealtades egoístas. Los guiones cuidan con mimo las relaciones entre los personajes, teje una red de sentimientos entre ellos que es el motor de su desarrollo, habiendo toda una galería de afrontarlas con lealtades, traiciones, camaradería, idealismo, alianzas, desconfianzas, amores, ilusiones, inseguridades, y ello con incisivos giros de guión, donde lo previsible no existe, siempre te sorprenden. Unos protagonistas con aristas, matizados, imperfectos, impulsivos, egoísmo, viscerales, amoralidad, sexo, y mucha violencia. Con unos protagonistas que evolucionan gradualmente mientras chocan entre sí, entrelazando entre ellos una red de interese comunes frágiles. Relato que tras su fachada de aventuras filibusteras se halla una reflexión sobre las tiranías imperialistas, sobre revoluciones contra la opresión, una loa al individualismo, a las ansias de libertad (la de los esclavos negros), siendo estos piratas una alegoría de los guerrilleros que intentaran cambiar el status quo.
Historia coral en que diferentes tramas se cruzan y se retroalimentan unas de otras y equilibradamente, siendo el corazón e hilo conductor vertebrador el ascenso de un cocinero con mucha labia, John Silver, al temible pirata Long John Silver, evolucionado de modo gradual, siendo el escenario una ciudad caribeña, Nassau en plena ebullición pirata, donde rige el darwinismo, la ley del más fuerte. Serie que no escatima en brillantes escenas de acción (tremenda la originalidad de ver el abordaje de un barco a través de la mirada subjetiva de un primerizo en estas salvajes lides, captando su miedo y pavor), con abordajes, batallas navales, batallas en tierra, persecuciones marítimas, asedios a ciudades, duelos, sangre, desmembramientos, ejecuciones, explosiones, naufragios, pasara gente por la quilla, y todo con gran realismo, sintiéndose cercano. Por supuesto tratándose de la cadena Starz no pueden faltar escenas de sexo cuasi-explícito, donde los cuerpos desnudos se funden pasionalmente, no siendo gratuito, pues orgánicamente es un deux machine, siendo valiente al hacernos ver todo tipo de tendencias eróticas (hetero, gay, lésbico, tríos, orgías,...), aunque con el devenir de las temporadas este aspecto va aminorando bastante a favor de la travesía psicológica de los personajes.
Durante la Edad de oro de la piratería al temido Capitán Flint (Toby Stephens) y su lugarteniente Gates (Mark Ryan) les llega información sobre un cargamento de oro, siendo vital para saber la ruta que seguirá este preciado botín una hoja con las coordenadas, esta llega a manos de un cocinero, John Silver (Luke Arnold) de un navío asaltado por el capitán, comenzando un juego del gato y el ratón por hacerse con la hoja, teniendo el centro de esta disputa la ciudad caribeña de Nassau, nido de piratas regido por la empresaria contrabandista Eleonor Guthrie (Hannah New). En el relato tendrán importancia personajes como los piratas Billy Bones (Tom Hopper), Charles Vane (Zach McGowan), Jack Rackhan (Toby Schmitz), Anne Bonny (Clara Paget), Barbanegra (Ray Stevenson), Captain Benjamin Hornigold (Patrick Lyster), Dufresne (Roland Reed); La prostituta francesa de Nassau, Max (Jessica Parker Kennedy), la mano derecha de Eleonor es el Sr. Scott (Hakeem Kae-Kazim), el hombre enviado por Londres para tomar el control de Nassau, Woode Rogers (Luke Roberts), la pareja del capitán Flint, la Miranda Barlow (Louise Barnes); hay muchos más.
Inteligente serie que te atrapa ya desde su impactante y genial inicio, asistimos a la toma del barco en que sirve John Silver desde su punto de vista cobarde, escondido en la cocina mientras oye toda la algarabía exterior, ello teniendo que lidiar con un cocinero, para luego desembarcar en Nassau, se añade un electrizante duelo entre Flint y un aspirante a capitán (Singleton), unas escenas de sexo, un perspicaz guion, surtido de mordaces dosis de humor, una presentación de protagonistas (corales) maravillosos, y ya tenemos el caldo del que se surtirán los capítulos, una arrolladora entrada, sembrando la semilla del McGuffin que será el tesoro del Urca de Lima, con sus intrigas, alianzas, y deslealtades egoístas. Los guiones cuidan con mimo las relaciones entre los personajes, teje una red de sentimientos entre ellos que es el motor de su desarrollo, habiendo toda una galería de afrontarlas con lealtades, traiciones, camaradería, idealismo, alianzas, desconfianzas, amores, ilusiones, inseguridades, y ello con incisivos giros de guión, donde lo previsible no existe, siempre te sorprenden. Unos protagonistas con aristas, matizados, imperfectos, impulsivos, egoísmo, viscerales, amoralidad, sexo, y mucha violencia. Con unos protagonistas que evolucionan gradualmente mientras chocan entre sí, entrelazando entre ellos una red de interese comunes frágiles. Relato que tras su fachada de aventuras filibusteras se halla una reflexión sobre las tiranías imperialistas, sobre revoluciones contra la opresión, una loa al individualismo, a las ansias de libertad (la de los esclavos negros), siendo estos piratas una alegoría de los guerrilleros que intentaran cambiar el status quo.
Historia coral en que diferentes tramas se cruzan y se retroalimentan unas de otras y equilibradamente, siendo el corazón e hilo conductor vertebrador el ascenso de un cocinero con mucha labia, John Silver, al temible pirata Long John Silver, evolucionado de modo gradual, siendo el escenario una ciudad caribeña, Nassau en plena ebullición pirata, donde rige el darwinismo, la ley del más fuerte. Serie que no escatima en brillantes escenas de acción (tremenda la originalidad de ver el abordaje de un barco a través de la mirada subjetiva de un primerizo en estas salvajes lides, captando su miedo y pavor), con abordajes, batallas navales, batallas en tierra, persecuciones marítimas, asedios a ciudades, duelos, sangre, desmembramientos, ejecuciones, explosiones, naufragios, pasara gente por la quilla, y todo con gran realismo, sintiéndose cercano. Por supuesto tratándose de la cadena Starz no pueden faltar escenas de sexo cuasi-explícito, donde los cuerpos desnudos se funden pasionalmente, no siendo gratuito, pues orgánicamente es un deux machine, siendo valiente al hacernos ver todo tipo de tendencias eróticas (hetero, gay, lésbico, tríos, orgías,...), aunque con el devenir de las temporadas este aspecto va aminorando bastante a favor de la travesía psicológica de los personajes.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Toby Stephens como el capitán Flint realiza una actuación rebosante de carisma, racial, impetuoso, de rostro pétreo dejando entrever sus grietas; Luke Arnold está sensacional como John Silver, con un arco de desarrollo fenomenal, del dicharachero, pícaro y extrovertido simpático del principio, al adusto pirata del final, hay una gradualidad tremenda; Zach McGowan como el pirata Charles Vane resulta majestuoso, todo un hallazgo, me hubiera gustado más de él, un rostro felino que magnetiza, derrochando dignidad y orgullo salvaje; Tom Hopper como Billy Bones está notable exponiendo ser un tipo visceral y a la vez sibilino; Toby Schmitz como el filibustero Jack Rackham deja constancia de sus dotes oratorias, estupendo; Luke Roberts como el capitán Woode Rogers expone personalidad un tanto forzada; Ray Stevenson es una presencia magistral, derrochando carácter y una poderosa personalidad que desborda la pantalla; Hannah New como Eleanor Guthrie cumple en su rol, una belleza a la que le falta algo de mala leche en rostro angelical; Jessica Parker Kennedy como la inteligente Max, está bien, sabiendo exhibir sentimientos encontrados,a demás de una turbadora beldad; Clara Paget como Anne Bonny realiza una contundente interpretación como una mujer dura, mezclándolo con debilidades humanas, espléndida; Hay muchos más.
La puesta en escena resulta prodigiosa, ya desde sus Colosales títulos de crédito, de los mejores que he visto (y he visto muchos), un alarde de virtuosismo, con un montaje de figuras primorosas de porcelana referentes a la piratería, creados por "Imaginary Forces" por los directores Michelle Dougherty (“Hermanos de sangre” o “Boardwalk Empire”) y Karin Fong (“Hellboy” o “Terminator: Salvation”), y ello adornado por la magna música de Bear McCreary (“The Walking Dead” o “Outlander”), de resonancias épicas marineras de las que estremecen por su fuerza dramática en los coros, con melodías de violines, con gaitas exultantes, incluso con un manejo excitante de la zanfona. Hay un fascinante diseño de producción de Wolf Kroeger (“Enemigo a las puertas” o “Prince of Persia”), rodándose en los Cape Town Film Studios en Sudáfrica, para la construcción de los barcos y los detalles de éstos se necesitó de más de trescientos trabajadores, todo cuidado con un mimo por el detalle sibarita, con un impresionante diseño de vestuario de Marina Draghici (“La zona gris”), y Tim Aslam (“Los miserables”), siendo una inmersión brutal en este tiempo. Con una magistral labor de la fotografía recreando momentos extraordinarios, componiendo lienzos con sabor a obras pictóricas de la época, jugando en interiores con los contraluces, con los claroscuros, con la luz tenue, con los tonos pastel, sensacional, en exteriores llena de vigor la pantalla, con planos generales que llenan de esplendor los fotogramas, con las líricas tomas de los barcos surcando los mares, o en la acción, con virguerías visuales asombrosas, como ese plano secuencia (falseado) del asalto por parte de vane a una caravana con el tesoro, o las diferentes batallas tanto navales como en tierra.
Capitán Flint: “Cuando el rey nos marca como piratas, no se refiere a hacernos adversarios. Él no quiere decir que nos haga criminales. Lo que quiere decir para hacernos monstruos. Por eso es la única forma en que sus temas, que pagan impuestos temerosos de Dios pueden dar sentido a los hombres que mantienen lo que es suyo y el miedo a nadie. Cuando digo que hay una guerra que viene, no me refiero con el rey George o Inglaterra. La civilización está por venir. Y significa exterminarnos.”
En conjunto queda uno de los hitos modernos de la televisión, al que no se le ha dado la importancia que debería. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre la serie ir a: http://tomregan.blogspot.com/2017/04/black-sails.html
La puesta en escena resulta prodigiosa, ya desde sus Colosales títulos de crédito, de los mejores que he visto (y he visto muchos), un alarde de virtuosismo, con un montaje de figuras primorosas de porcelana referentes a la piratería, creados por "Imaginary Forces" por los directores Michelle Dougherty (“Hermanos de sangre” o “Boardwalk Empire”) y Karin Fong (“Hellboy” o “Terminator: Salvation”), y ello adornado por la magna música de Bear McCreary (“The Walking Dead” o “Outlander”), de resonancias épicas marineras de las que estremecen por su fuerza dramática en los coros, con melodías de violines, con gaitas exultantes, incluso con un manejo excitante de la zanfona. Hay un fascinante diseño de producción de Wolf Kroeger (“Enemigo a las puertas” o “Prince of Persia”), rodándose en los Cape Town Film Studios en Sudáfrica, para la construcción de los barcos y los detalles de éstos se necesitó de más de trescientos trabajadores, todo cuidado con un mimo por el detalle sibarita, con un impresionante diseño de vestuario de Marina Draghici (“La zona gris”), y Tim Aslam (“Los miserables”), siendo una inmersión brutal en este tiempo. Con una magistral labor de la fotografía recreando momentos extraordinarios, componiendo lienzos con sabor a obras pictóricas de la época, jugando en interiores con los contraluces, con los claroscuros, con la luz tenue, con los tonos pastel, sensacional, en exteriores llena de vigor la pantalla, con planos generales que llenan de esplendor los fotogramas, con las líricas tomas de los barcos surcando los mares, o en la acción, con virguerías visuales asombrosas, como ese plano secuencia (falseado) del asalto por parte de vane a una caravana con el tesoro, o las diferentes batallas tanto navales como en tierra.
Capitán Flint: “Cuando el rey nos marca como piratas, no se refiere a hacernos adversarios. Él no quiere decir que nos haga criminales. Lo que quiere decir para hacernos monstruos. Por eso es la única forma en que sus temas, que pagan impuestos temerosos de Dios pueden dar sentido a los hombres que mantienen lo que es suyo y el miedo a nadie. Cuando digo que hay una guerra que viene, no me refiero con el rey George o Inglaterra. La civilización está por venir. Y significa exterminarnos.”
En conjunto queda uno de los hitos modernos de la televisión, al que no se le ha dado la importancia que debería. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre la serie ir a: http://tomregan.blogspot.com/2017/04/black-sails.html