69/12(07/03/11) Puro cine palomitero, para no deliberar, cine que no engaña a nadie, es un pasatiempo con nada original, más de lo mismo, es un producto para los amantes del cine de acción sin más, tiroteos, persecuciones, explosiones y todo lo que conlleva el género, también recomendable para los seguidores del nuevo tótem de este tipo de films, Jason Statham, un imperturbable tipo, jamás cambia el rictus de su rostro, jamás sangra y siempre tiene una tía espectacular con la que revolcarse aún que resulte más forzada que los sujetadores de Pamela Anderson. Es un remake de una cinta de los 70 protagonizada por Charles Bronson, ‘Fríamente, sin motivos personales’, donde el guión es tan nimio que casi no se nota, todo es una excusa para amontonar escenas de tensión y violencia, donde todo es tan previsible como que cada año hay un trabajo de Woody Allen y donde el montaje y el sintetizador musical se acerque al espíritu videoclipero que hace el trepidante relato no haga que pensemos demasiado, esto es contraproducente. El argumento está rebosante de agujeros pero este producto como carece de pretenciosidad tampoco es cuestión de analizarlo, pero con todo las licencias que hay que tomarse al verla, lo peor es sin duda su risible final, más manido que los chistes sobre Chuck Norris, solo se le puede ocurrir a un cerebro plano. Destacable la presencia siempre carismática de Donald Sutherland, mínima pero arrolladora, así como el trabajo de ben Foster, un actor llamado a mejores labores. Fuerza y honor!!!