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TOM REGAN rating:
7
7.3
2,350
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- es
December 2, 2016
3 of 4 users found this review helpful
230/26(29/11/16) Más que interesante film del realizador Mark Robson, ágil mezcla entre cine negro, drama, y sub-género pugilístico, desglamurizada visión del mundo del boxeo, basada en un relato corto Ring Lardner, guioniza Carl Foreman (“Solo ante el peligro”), retrato desolador sobre un tipo que intenta salir de la pobreza escapando a puñetazos de los fantasmas del pasado que lleva sobre sí como una pesada mochila. Las cintas de boxeo son en realidad una alegoría sobre nuestra sociedad darwinista, mundo despiadado donde solo se puede salir a golpes, submundo donde germina la corrupción moral, mundo desalmado donde muchas veces el más fuerte no es el que mejor físico tiene, si no el más inteligente y con poder de manipulación, en este caso los promotores que se aprovechan del sudor y sangre de en muchos casos incultos que se ponen unos guantes para intentar huir de la miseria, lo refleja muy bien este film, deporte-jungla que deshumaniza. Fue la película que consagró definitivamente a Kirk Douglas como una estrella, con una interpretación arrolladora, intensa, iracunda, petulante, adornado esto por su fisicidad en los combates lo elevaron al status máximo en la Meca del Cine. Obtuvo 6 nominaciones a los Oscars, ganó el de edición.
Historia trata con ágil narrativa cómo la miseria puede ser el motor para la codicia, ambición, materialismo, y ello puede derivar en la autodestrucción, al echarle al mundo la culpa de tus males, todos terminan por convertirse en sospechosos de tus padecimientos, esto es la energía del protagonista, esta es manejada de modo tóxico para alienar todo lo que se le acerca, para viciarlo, para exterminar lo que obstaculice su elevamiento al éxito, el dinero, la fama, el favor del público, éxito que está en tener lo que nunca has tenido, y cuando lo tienes desecharlo, ejemplo las mujeres que toma y aparta en cuanto le son suyas, en una insaciable carrera por demostrar que él puede tener lo que se le supone le es negado, la joven del ultraprotector padre, la bella que está con un campeón, la inteligente y hermosa esposa de un empresario, son simples retos en los que se demuestra una persona vacía de sentimientos, estos fueron anulados por su sed de triunfar en la vida, donde todo parece insuficiente. Una travesía por la que irá perdiendo la integridad, la nobleza, la honestidad, ganando, la traición, la deslealtad, la ingratitud, una caída al abismo de la degradación moral, y todo esto retroalimentado por los traumas de la infancia, los que le marcaron trágicamente, y el boxeo siendo un pandemónium en el que se hace el paralelismo atávico de que para salir a flote hay que hacerlo a puñetazos.
Narrado con crudeza, con intensidad dramática, con un increscendo hacia el clímax muy bien llevado, con una estupenda construcción de personajes, con diálogos de calidad, con situaciones tensas y de fuerte contenido que van de lo emocionante a lo agrio, llegando a su meta con un estremecedor broche, valiente por no caer en simplismos maniqueos facilones, termino nada complaciente (spoiler). Una reflexión ácida sobre el sempiterno “Sueño Americano”, sobre la deshumanización del Vellocino de Oro del triunfo, un enfoque amargo sobre las anheladas mieles del éxito, de cómo en estas ansias de tener más y más puedes por el camino ir perdiéndolo todo.
El título en español, “El ídolo de barro” (no el de inglés, “The Champion”), en este caso es uno de los pocos ejemplos (no recuerdo otro) de que alguna vez el cambio en este sentido ha sido acertado, y es que este es una metáfora sobre como el éxito puede tener los pies de barro, puede ser frágil y superficial. Puede tener su metáfora en dos escenas: Palmer le hace al campeón una figura en arcilla (barro) y Midge la deforma en una alegoría sobre que él se ve como único y nadie podrá poseerlo ni retóricamente en una escultura; Otro cuando Midge despide a Tommy y este le dice que siempre supo que era una especie de Golem (figura mítica de la cultura judía, gigante de barro que toma vida para salvar a judíos de un mal).
Midge mantiene tres “affaires” desiguales con mujeres a lo largo del metraje: El primero representa la inocencia, con Emma, cándida y noble chica, refleja la pureza, con la que quizás hubiera sido feliz; Segunda es Grace Diamond, es la belleza fatua, ideal de la sensualidad fría, oportunista mujer fatal inalcanzable, con la fortuna del boxeo la consigue, es la cúspide de la amoralidad; Tercera es Palmer Harris, esposa de un promotor, grácil y sensible mujer, refleja un paso más en la amoralidad del protagonista, fruto prohibido de una mujer casada con su jefe, en este caso muy audaz por parte del realizador tratar el tema del adulterio nítidamente, y además de cómo su esposo reacciona de modo flemático.
Tiene algunas taras, defectos, agujeros la hacen haber perdido fuerza con el paso de los años: Se alarga demasiado en el primer tercio, para después hacerlo todo demasiado rápido en su ascensión al estrellato del cuadrilátero; Lo de la boda a la fuerza queda un poco chirriante, se casa y la abandona, todo para mostrarlo como malo; No se entiende que ella no se divorcie, o pida la nulidad, total el marido no ha consumado, así ella es libre de volver a casarse, su romance es tan apresurado y juvenil que no parece sea tan sólido como nos quieren hacer creer; El comportamiento de Connie es un tanto hastioso, siempre de mala cara, enfurruñado, especie de Pepito Grillo de Midge, cuando en realidad, es costeado por Midge en todo, no se le conoce a Connie oficio ni beneficio, se aprovecha del éxito de Midge y se atreve a darle lecciones morales, estridente; Luego lo abandona, lección de dignidad, pero no! Es un hipócrita, va a por la esposa de su hermano para camelársela, para colmo va a residir a la residencia de su madre, pagada con el sudor y sangre de Midge, con lo que sigue viviendo del dinero que le pasa Midge, o sea que lecciones de superioridad moral cero;... (sigue en spoiler por falta de espacio)
Historia trata con ágil narrativa cómo la miseria puede ser el motor para la codicia, ambición, materialismo, y ello puede derivar en la autodestrucción, al echarle al mundo la culpa de tus males, todos terminan por convertirse en sospechosos de tus padecimientos, esto es la energía del protagonista, esta es manejada de modo tóxico para alienar todo lo que se le acerca, para viciarlo, para exterminar lo que obstaculice su elevamiento al éxito, el dinero, la fama, el favor del público, éxito que está en tener lo que nunca has tenido, y cuando lo tienes desecharlo, ejemplo las mujeres que toma y aparta en cuanto le son suyas, en una insaciable carrera por demostrar que él puede tener lo que se le supone le es negado, la joven del ultraprotector padre, la bella que está con un campeón, la inteligente y hermosa esposa de un empresario, son simples retos en los que se demuestra una persona vacía de sentimientos, estos fueron anulados por su sed de triunfar en la vida, donde todo parece insuficiente. Una travesía por la que irá perdiendo la integridad, la nobleza, la honestidad, ganando, la traición, la deslealtad, la ingratitud, una caída al abismo de la degradación moral, y todo esto retroalimentado por los traumas de la infancia, los que le marcaron trágicamente, y el boxeo siendo un pandemónium en el que se hace el paralelismo atávico de que para salir a flote hay que hacerlo a puñetazos.
Narrado con crudeza, con intensidad dramática, con un increscendo hacia el clímax muy bien llevado, con una estupenda construcción de personajes, con diálogos de calidad, con situaciones tensas y de fuerte contenido que van de lo emocionante a lo agrio, llegando a su meta con un estremecedor broche, valiente por no caer en simplismos maniqueos facilones, termino nada complaciente (spoiler). Una reflexión ácida sobre el sempiterno “Sueño Americano”, sobre la deshumanización del Vellocino de Oro del triunfo, un enfoque amargo sobre las anheladas mieles del éxito, de cómo en estas ansias de tener más y más puedes por el camino ir perdiéndolo todo.
El título en español, “El ídolo de barro” (no el de inglés, “The Champion”), en este caso es uno de los pocos ejemplos (no recuerdo otro) de que alguna vez el cambio en este sentido ha sido acertado, y es que este es una metáfora sobre como el éxito puede tener los pies de barro, puede ser frágil y superficial. Puede tener su metáfora en dos escenas: Palmer le hace al campeón una figura en arcilla (barro) y Midge la deforma en una alegoría sobre que él se ve como único y nadie podrá poseerlo ni retóricamente en una escultura; Otro cuando Midge despide a Tommy y este le dice que siempre supo que era una especie de Golem (figura mítica de la cultura judía, gigante de barro que toma vida para salvar a judíos de un mal).
Midge mantiene tres “affaires” desiguales con mujeres a lo largo del metraje: El primero representa la inocencia, con Emma, cándida y noble chica, refleja la pureza, con la que quizás hubiera sido feliz; Segunda es Grace Diamond, es la belleza fatua, ideal de la sensualidad fría, oportunista mujer fatal inalcanzable, con la fortuna del boxeo la consigue, es la cúspide de la amoralidad; Tercera es Palmer Harris, esposa de un promotor, grácil y sensible mujer, refleja un paso más en la amoralidad del protagonista, fruto prohibido de una mujer casada con su jefe, en este caso muy audaz por parte del realizador tratar el tema del adulterio nítidamente, y además de cómo su esposo reacciona de modo flemático.
Tiene algunas taras, defectos, agujeros la hacen haber perdido fuerza con el paso de los años: Se alarga demasiado en el primer tercio, para después hacerlo todo demasiado rápido en su ascensión al estrellato del cuadrilátero; Lo de la boda a la fuerza queda un poco chirriante, se casa y la abandona, todo para mostrarlo como malo; No se entiende que ella no se divorcie, o pida la nulidad, total el marido no ha consumado, así ella es libre de volver a casarse, su romance es tan apresurado y juvenil que no parece sea tan sólido como nos quieren hacer creer; El comportamiento de Connie es un tanto hastioso, siempre de mala cara, enfurruñado, especie de Pepito Grillo de Midge, cuando en realidad, es costeado por Midge en todo, no se le conoce a Connie oficio ni beneficio, se aprovecha del éxito de Midge y se atreve a darle lecciones morales, estridente; Luego lo abandona, lección de dignidad, pero no! Es un hipócrita, va a por la esposa de su hermano para camelársela, para colmo va a residir a la residencia de su madre, pagada con el sudor y sangre de Midge, con lo que sigue viviendo del dinero que le pasa Midge, o sea que lecciones de superioridad moral cero;... (sigue en spoiler por falta de espacio)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
... Luego en el tramo final Midge tiene un encuentro con Emma, ya prometida a Connie, entonces él intenta seducirla, hay una elipsis y no sabemos lo que ha pasado realmente, la ha forzado o ella se ha entregado? Importante porque luego Connie se enfrenta a Midge por haber estado con ella, pero no sabremos si Connie está enfurecido por haberla violado o por haberla seducido, no lo sabremos, pero como Connie al final (tras la muerte de Midge) se va con Emma se supone ha sido violada (si no es un cornudo consentido), esto no le pega a Midge, pero es que si es así, no tiene perdón ni justificación que Connie hable bien de Midge a la prensa; En la vertiente boxeo, decir que le falta dimensión para mostrar la verdadera dureza del deporte del ring, y es que vemos un montaje del entrenamiento de Midge y comienza su escalada sin fin a la cima, todo muy rápido y fácil; Tampoco es que sus dotes en el cuadrilátero sean muy realistas, expertos en este deporte critican que Kirk solo sabe atacar hacia adelante, no lo vemos defenderse o pega o le arrean, no hay término medio.
Kirk Douglas encarna con tremendo brío al púgil Midge Kelly, un Titán, con aristas, debilidades, duro, áspero, orgullo, arrogante, simpático, determinación de hierro, vitalista, lo vemos gradualmente como se va corrompiendo, del inicio en el vagón del tren a su rostro ido del final, de una fisicidad poderosa, con ententes con las mujeres de una misoginia cruenta, su expresividad es sublime. Arthur Kennedy como Connie intenta ser la voz de la razón, y digo intenta porque le veo muchas grietas en su comportamiento (ver sección taras). Paul Stewart como el entrenador de Midge es muy bueno, este sí es la brújula moral del relato, apasionado, reflexivo, de mirada intensa, fenomenal. Ruth Roman como Emma queda muy bonita, espectacular cuando se queda en traje de baño, pero actuación blandita. Marilyn Maxwell la hermosa femme fatale, fría, arribista, oportunista, vampiresa exprime ricachones, cumple bien. Lola Albright como Palmer también cumple con su papel de infiel cariñosa que ve la realidad codiciosa de Midge.
Puesta en escena brillante, estimable diseño de producción Rudolph Sternad (“Solo ante el peligro”), capta en sus escenarios el clima turbio del boxeo, con gimnasios, oficinas, despachos, pasillos, y por supuesto estadios, esto enaltecido por la formidable fotografía de Franz Planer (“Vacaciones en Roma”), cubriendo de aires de cine negro la cinta, jugando con efectos de iluminación, con las sombras, ejemplo diáfano es un plano del rostro medio oculto por la oscuridad, en clara alusión a su alma ennegrecida, con claras alegorías, al principio la pureza de Midge con escenarios abiertos, paisajes inmensos, la playa, y a medida que evoluciona todo son interiores, para dar más sensación de opresión, haciendo claustrofóbicos los lares, sombríos, lóbregos, con mucho humo, sumado a una labor muy dinámica en los combates, con planos cortos para dar más impresión de crudeza, ayudada por la edición de Harry W. Gerstad (“Encrucijada de odios”), excelente en su montaje del training de Midge. La música de Dimitri Tiomkin de resonancias sobrias, encaja con el tono seco del relato, con composiciones orquestales con emocionante solo de piano y de cuerdas (guitarras).
Spoiler:
Conclusión valiente, no ha habido redención, no ha habido despertar buenista en Midge, ha muerto preso de sus demonios internos, los que al final le han derrotado, un final conmovedor por lo duro e imprevisible, uno espera se hubiera redimido, pero este es mucho más realista y de calado.
Film recomendable por su carga moral que conlleva, sin caer en simplismos o lugares fáciles, se arriesga, sobre todo para su tiempo y no s ofrece una notable introspección de la codicia condicionada por el aciago pasado. Fuerza y honor!!!
Podéis leer más sobre el film en: http://tomregan.blogspot.com/2016/12/el-idolo-de-barro.html
Kirk Douglas encarna con tremendo brío al púgil Midge Kelly, un Titán, con aristas, debilidades, duro, áspero, orgullo, arrogante, simpático, determinación de hierro, vitalista, lo vemos gradualmente como se va corrompiendo, del inicio en el vagón del tren a su rostro ido del final, de una fisicidad poderosa, con ententes con las mujeres de una misoginia cruenta, su expresividad es sublime. Arthur Kennedy como Connie intenta ser la voz de la razón, y digo intenta porque le veo muchas grietas en su comportamiento (ver sección taras). Paul Stewart como el entrenador de Midge es muy bueno, este sí es la brújula moral del relato, apasionado, reflexivo, de mirada intensa, fenomenal. Ruth Roman como Emma queda muy bonita, espectacular cuando se queda en traje de baño, pero actuación blandita. Marilyn Maxwell la hermosa femme fatale, fría, arribista, oportunista, vampiresa exprime ricachones, cumple bien. Lola Albright como Palmer también cumple con su papel de infiel cariñosa que ve la realidad codiciosa de Midge.
Puesta en escena brillante, estimable diseño de producción Rudolph Sternad (“Solo ante el peligro”), capta en sus escenarios el clima turbio del boxeo, con gimnasios, oficinas, despachos, pasillos, y por supuesto estadios, esto enaltecido por la formidable fotografía de Franz Planer (“Vacaciones en Roma”), cubriendo de aires de cine negro la cinta, jugando con efectos de iluminación, con las sombras, ejemplo diáfano es un plano del rostro medio oculto por la oscuridad, en clara alusión a su alma ennegrecida, con claras alegorías, al principio la pureza de Midge con escenarios abiertos, paisajes inmensos, la playa, y a medida que evoluciona todo son interiores, para dar más sensación de opresión, haciendo claustrofóbicos los lares, sombríos, lóbregos, con mucho humo, sumado a una labor muy dinámica en los combates, con planos cortos para dar más impresión de crudeza, ayudada por la edición de Harry W. Gerstad (“Encrucijada de odios”), excelente en su montaje del training de Midge. La música de Dimitri Tiomkin de resonancias sobrias, encaja con el tono seco del relato, con composiciones orquestales con emocionante solo de piano y de cuerdas (guitarras).
Spoiler:
Conclusión valiente, no ha habido redención, no ha habido despertar buenista en Midge, ha muerto preso de sus demonios internos, los que al final le han derrotado, un final conmovedor por lo duro e imprevisible, uno espera se hubiera redimido, pero este es mucho más realista y de calado.
Film recomendable por su carga moral que conlleva, sin caer en simplismos o lugares fáciles, se arriesga, sobre todo para su tiempo y no s ofrece una notable introspección de la codicia condicionada por el aciago pasado. Fuerza y honor!!!
Podéis leer más sobre el film en: http://tomregan.blogspot.com/2016/12/el-idolo-de-barro.html